V CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE CAMBIO CLIMATICO Y DESARROLLO SOSTENIBLE

El día jueves 15 de septiembre la Asamblea “Salvemos el Monte de Berisso” participó del Congreso Internacional de Cambio Climático organizado por la Universidad de la Plata, integrando la mesa redonda “Conflictos ambientales en el marco del cambio climático. La voz de las organizaciones sociales”. La arquitecta María Gabriela Sánchez, miembro de la Asamblea y del Centro de Estudios La Ribera, compartió el panel con Ernesto Salgado,  coordinador del “Foro Regional en Defensa del Río de la Plata, la Salud y el Medio Ambiente”, y con miembros del foro “No a la entrega de la costa Quilmes-Avellaneda”.  Dicha mesa abordó la problemática ambiental y social en torno al desmonte y a la desaparición de los humedales costeros, haciendo hincapié en la relación directa existente entre la destrucción de los humedales costeros y las inundaciones. Asimismo se señaló la importancia de la conservación del monte ribereño y la selva marginal de la costa sur del Río de la Plata como medida de mitigación frente al cambio climático.




Publicado en El Día 04/09/16

Recomponer el ambiente y a la vez aleccionar

Recomponer el ambiente  y a la vez aleccionar
Recomponer el ambiente y a la vez aleccionar
ANIBAL FALBO
Director de la Clínica Jurídica en Derecho Ambiental de la Facultad de Derecho de la UNLP
“Las obras de ampliación del Puerto produjeron un enorme daño sobre la isla Paulino y ese daño se causó simplemente por ahorrar costos. Por eso lo que nuestra demanda busca al pedir la recomposición del ambiente a su estado anterior es que la externalización del daño se internalice, y que quienes hacen su negocio a costa del ambiente comiencen a entender que no es conviene porque a la larga les va a salir mucho más caro. Ahí está precisamente la particularidad de esta acción, que no busca indemnizaciones, sino recuperar el humedal como un bien colectivo y enviar un mensaje aleccionador”.

Todavía estamos a tiempo de reparar el daño

Todavía estamos a tiempo de reparar el daño
Todavía estamos a tiempo de reparar el daño
UGO ADAM
Demandante, miembro fundador   de la Asamblea Salvemos al Monte
“Aunque sin duda va a ser muy oneroso para los responsables de haberlo causado, el daño a la isla Paulino se puede recomponer. Existen numerosos antecedentes en el mundo que lo prueban, como también existe una recomendación internacional que acá no se cumplió: la de mantener siempre una reserva natural al lado del puerto. El ejemplo más cercano de eso la reserva natural Costanera Sur. Lo importante es que estamos a tiempo de reparar el daño creando un parque provincial en ese lugar y es necesario no demorar la decisión. El ambiente de la isla Paulino se está destruyendo cada vez más sin el humedal”.

Publicado en El Día 04/09/16

Un enclave natural de enorme valor para la Región

Además poseeer una gran riqueza, el monte incide sobre las lluvias y el clima de la Región
Además poseeer una gran riqueza, el monte incide sobre las lluvias y el clima de la Región
Apenas poco más de diez kilómetros del centro de La Plata, el delta del Río Santiago sigue siendo un santuario de vida silvestre desconocido por muchos habitantes de nuestra Regióny que siempre sorprende por su belleza a quienes lo terminan por descubrir. Y es que en medio de la creciente expansión urbana resulta increíble encontrar a tan poca distancia de la ciudad un ambiente en gran medida inalterado y con tanta riqueza natural.
Compuesto por dos islas mayores (la Paulino y la Santiago) a las que atraviesan innumerables canales internos, el delta del Río Santiago es un refugio de vida silvestre de alta productividad y un apostadero de fauna migratoria al que regularmente se incorporanespecies nuevas. Sitio de cría para fauna ictícola del Río de la Plata, en él viven decenas de variedades de peces, así como unas 170 especies de aves y una amplia diversidad de comunidades vegetales.
Además de ser un purificador natural de agua que retiene los excesos de nutrientes y contaminantes, el delta de Río Santiago incide sobre la temperatura y las lluvias de la Región y actúa también como una escollera natural, atenuando los efectos erosivos del viento, las olas y las corrientes del Río de la Plata sobre la costa local.
En las islas Paulino y Santiago coexisten cinco ambientes naturales distintos, cada uno con su propia vida. El primero de ellos, junto a la playa, es el de los juncales, que actúa como un rompeolas natural frenando el avance del río, reteniendo sus sedimentos y atenuando la erosión fluvial de la costa.
A los juncales les sigue un ambiente conocido como matorral ribereño, en el que se refugia gran cantidad de insectos y mariposas, que atraen a su vez a aves insectívoras. Luego viene el pajonal ceibal, el ambiente más distintivo de las islas, compuesto principalmente por cortaderas, espadañas y totoras.. En sus sectores más elevados crecen ceibos, cuyas ramas sirven de percha a pájaros insectívoros como el suirirí real y el amarillo, pero también al gavilán mixto.
En el interior de las islas predomina un cuarto tipo de ambiente conocido como monte higrófilo, con sus sauces criollos y ceibos, Los cursos y canales internos que atraviesan las islas conforman un ambiente aparte. En sus aguas, cubiertas de camalotes y repollitos, pescan el martín pescador, el macá grande y la esbelta garza mora. También suelen encontrarse pollas, gallaretas y biguás. Varias especies de ranas, culebras, tortugas acuáticas, lagartos overos, comadrejas, coipos, carpinchos y gatos monteses completan su riqueza natural

Publicado en El Día 04/09/16

DOCENTES Y EGRESADOS DE DERECHO SALEN EN DEFENSA DE UN BIEN AMBIENTAL

La Universidad impulsa una millonaria demanda por el daño a la Isla Paulino

Le reclama al consorcio del Puerto que recomponga el deterioro causado por sus obras en más de 50 hectáreas de humedal
Vicente Santos Atela y Adolfo Brook, decano y secretario de Extensión de la Facultad de Derecho de la UNLP,  junto a integrantes de la clínica jurídica que patrocina el reclamo ambiental
Vicente Santos Atela y Adolfo Brook, decano y secretario de Extensión de la Facultad de Derecho de la UNLP, junto a integrantes de la clínica jurídica que patrocina el reclamo ambiental
En la reciente ampliación del Puerto La Plata, una de las obras más importantes fue el dragado del canal de acceso para darle a la terminal jerarquía internacional. A fin de que pudieran ingresar grandes buques portacontenedores, el Consorcio de Gestión del Puerto y una unión transitoria de empresas no sólo ensancharon su margen navegable sino que le dieron dos metros más de profundidad. La obra tomó cerca de dos años y tuvo un costo aproximado de 40 millones de dólares, una suma sin duda cuantiosa pero inferior a la que podría salirle a sus responsables recomponer el daño ambiental que esta causó.
Eso es al menos lo que busca una inusual demanda impulsada por un grupo de docentes y graduados de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la UNLP que se especializan en Derecho Ambiental. La suya no es una cruzada solitaria sino que forma parte de un programa apoyado por la Facultad para patrocinar acciones de incidencia colectiva y que selecciona especialmente cada caso en función del impacto que tienen en la sociedad.
“El humedal que arruinaron forma parte de la última cola de la selva amazónica y probablemente sea el humedal más austral del mundo, una verdadera joya ambiental a la altura de las Cataratas o el Glaciar Perito Moreno pero que la mayoría de la gente no llega a valorar”
En este caso particular, la acción impulsada por la Clínica de Derecho Ambiental de la UNLP exige que se recomponga el daño ambiental que el dragado del Puerto causó “innecesariamente” sobre unas cincuenta hectáreas ubicadas en el interior de la Isla Paulino. Como señala la demanda y han denunciado también vecinos y ambientalistas, las miles de toneladas de barro que se retiraron de fondo del canal fueron arrojadas “para ahorrar costos” en medio del monte nativo, sepultando un valioso humedal.
“Las obras de ampliación del Puerto produjeron un enorme daño sobre la isla Paulino y ese daño se causó simplemente por ahorrar costos. Por eso lo que esta demanda busca al pedir la recomposición del ambiente a su estado anterior es que la externalización del daño se internalice, y que quienes hacen su negocio a costa del ambiente comiencen a entender que no lo pueden hacer porque a la larga les va a salir mucho más caro”, explica Aníbal Falbo, director del equipo de especialistas que elaboró el reclamo con la meta de recuperar el humedal dañado y enviar además “un mensaje aleccionador”.
EL RECLAMO
Tras haber intervenido con éxito en diversas causas a nivel provincial, la Clínica en Derecho Ambiental de la UNLP comenzó a interesarse en el caso de la Isla Paulino en 2014 cuando las obras del Puerto recién empezaban a generar preocupación entre organizaciones ambientalistas y vecinos. De hecho fue a través de una de sus integrantes que el equipo (compuesto por estudiantes avanzados, graduados y docentes) se puso en contacto con Salvemos al Monte, la asamblea vecinal a la que responde Ugo Adam, el actor de la demanda presentada ante el Juzgado Civil Nº4 de nuestra ciudad.
Como todas las demandas patrocinadas por las Clínicas Jurídicas, “el caso de la Isla Paulino fue evaluado por el Consejo Directivo Superior de la Facultad que terminó dándole su aval por unanimidad”, cuenta Adolfo Brook, secretario de Extensión Académica de esa casa de estudios al señalar el apoyo que tuvo la iniciativa “no sólo por el enorme valor del bien afectado sino por el interés de impulsar una concepción del Derecho más comprometida con temas de interés colectivo, en particular de la Región”.
El hecho de que la demanda se presentara ante el Juzgado Civil Nº4 de La Plata “no fue accidental. Ahí se encuentran otros tres recursos de amparo presentados por vecinos y organizaciones ambientalistas que todavía no tienen sentencia, y que involucran a los mismos demandados: el Consorcio de Gestión del Puerto La Plata, y las empresas Tecplata, Compañía del Sud y Pentamar.
Pero la demanda de la Facultad “es distinta a las otras iniciadas porque no sólo pretende el cese del daño sino además la recomposición ambiental –explica la abogada Melina Lorenti, una de las integrantes de la clínica jurídica que elaboró la acción-. En ese sentido calculamos que va a ser un juicio difícil porque sin duda van a requerirse muchas pruebas, van a ser falta muchos peritos y, en la etapa de ejecución de sentencia, los demandados van a tener que ponerse de acuerdo con expertos de la Universidad para elaborar un plan adecuado de recomposición”.
EL DAÑO
“El humedal que arruinaron forma parte de la última cola de la selva amazónica y probablemente sea el humedal más austral del mundo, una verdadera joya ambiental a la altura de las Cataratas del Iguazú o el Glaciar Perito Moreno, pero que la mayoría de la gente no llega a valorar en su verdadera dimensión”, asegura el ambientalista Ugo Adam, quien realiza observaciones en el delta del Río Santiago desde hace décadas y buscó apoyo en la Facultad de Derecho para demandar al Consorcio del Puerto porque sostiene que “las obras de ampliación podrían haberse hecho sin semejante destrucción”.
Cofundador de la Asamblea Salvemos al Monte, Adam asegura que “las obras se hicieron sin siquiera un estudio de impacto ambiental”. “Lo que se presentó fue un falso estudio dibujado a las apuradas porque era necesario inaugurar los trabajos a tiempo para impulsar la candidatura del ex gobernador Scioli a la presidente. Y por la misma razón, para ahorrar tiempo y dinero, se resolvió tirar el refulado (los barros extraídos al dragar el canal) en medio del humedal de la Isla Paulino en lugar de hacerlo donde correspondía, un sector del río donde su impacto hubiera sino menor”.
“No sólo fue para ahorrar tiempo y dinero –señala por su parte el naturalista Julio Milat-. El hecho de que hayan rellenado unas cincuenta hectáreas a cuatro metros de altura indica que se estaba planeando realizar ahí algún tipo de emprendimiento a futuro. En cualquier caso, el resultado fue el mismo: al subir la cota impidiendo que el agua inunde regularmente el suelo, el humedal dejó de ser humedal para convertirse en un terraplén. En ese lugar ya no se dan las condiciones para que se desarrolle la base de la cadena trófica de la que viven decenas de especies ni para absorber los excedentes de agua que evitaban la inundación de otros sectores”.
Con todo, y “aunque sin duda va a ser muy oneroso para los responsables de haberlo causado, el daño a la isla Paulino se puede recomponer. Existen numerosos antecedentes en el mundo que lo prueban, como también existe una recomendación internacional que acá no se cumplió: la de mantener siempre una reserva natural al lado del puerto. El ejemplo más cercano de eso la reserva natural Costanera Sur”, agrega Adam, quien aspira a que el Puerto La Plata cuente también con un área protegida.
“Lo importante es que estamos a tiempo de reparar el daño creando un parque provincial en ese lugar y es necesario no demorar la decisión –agrega el demandante-. La Isla Paulino se está destruyendo no sólo por el oleaje y los volúmenes de agua que mueve el Puerto sino porque su ambiente natural necesita de ese humedal que se destruyó por desconocimiento, ambición y desinterés”.

Publicado en plusinformacion.com.ar 31/08/16

El OPDS entregó plantas autóctonas para forestar el puerto La Plata


En el marco de las actividades realizadas por la Semana del Árbol, el titular del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), Ricardo Pagola, firmó un convenio de cooperación recíproca con el presidente del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata (PLP), José María Dodds, por el cual la cartera ambiental de la Provincia provee ​ de plantas nativas para forestar el sector comprendido por la zona del monte ribereño y adyacencias del río Santiago.


La especies autóctonas con las que cuenta el Organismo son obtenidas en este caso de la Reserva Natural de Punta Lara, partido de Ensenada, a los fines de utilizarlas para la forestación en áreas de jurisdicción portuaria que se encuentran dentro o linderas a espacios declarados como "Paisaje Protegido" en los términos de la Ley 12704.

Pagola destacó "el alto valor sustentable" de la forestación ya que las plantaciones "son excelentes sumideros de carbono atmosférico", lo que redunda en "una mejor calidad de vida" en un contexto global en el que el Cambio Climático "representa realmente un problema".

El titular del OPDS también ponderó el alcance del convenio de cooperación, porque, según afirmó, "permite hacer confluir la sinergia entre el sector público y el privado en pos de la conservación de nuestros recursos naturales".

La cartera ambiental provincial entregó 175 plantines de "sen de campo", idéntica cantidad de la especie "chilcas", 100 plantas de "mariposeras" y 150 de "mikania".

El Día del Árbol en Argentina es el 29 de agosto. Fue establecida esa fecha por iniciativa del Dr. Estanislao Zeballos desde el Consejo Nacional de Educación.