GACETILLA

INFORMACIÓN PÚBLICA AMBIENTAL SOBRE EL ESTADO DEL MONTE RIBEREÑO BERISSENSE

Con fecha 22 de junio de 2016 vecinos de la Asamblea “Salvemos el Monte” de Berisso efectuamos una denuncia ante el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) en relación al alteo y desmontes efectuados en la prolongación de la calle 12, en su intersección con el Arroyo Filgueira y con motivo asimismo del desmonte efectuado en mayo de este año para la apertura de un nuevo acceso a la playa de la Isla Paulino.
A dicha denuncia acompañamos un pedido de Información Pública Ambiental acerca de la existencia de solicitudes de autorización y/o estudios de impacto ambiental presentados para la realización de obras en la zona mencionada, que se encuentra protegida por la Ley 12.756.
Ante la falta de respuesta en el plazo legal previsto por la Ley 25.831 de Información Pública Ambiental, con el patrocinio de los abogados de la Asamblea, Hugo Represa y Silvana Sosa, interpusimos una acción judicial directa a fin de que el Organismo mencionado produjera la información solicitada.
En su contestación, el OPDS remitió al Juzgado Contencioso Administrativo N° 4, por el cual tramita la acción referida, un informe elaborado con fecha 16 de septiembre de 2016 por la Dirección de Recursos Naturales, del cual surge que se sólo se inspeccionó en el mes de agosto de este año la zona de la intersección de la calle 12 con el Arroyo Filgueira, no así la Isla Paulino.
Con relación a dicha zona, el informe expresa que la misma “se incluye dentro  del Paisaje Protegido de Interés Provincial denominado Monte Ribereño Isla Paulino, Isla Santiago declarado bajo la Ley 12.756”, y que “fue incluida dentro de la categoría I (rojo) y II (amarilla) en el marco del proceso de Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos, …conforme a lo dispuesto por la Ley Nacional 26.331”, resaltando a continuación en negrita que “dichas categorías no permiten cambios en el uso del suelo ni la realización de desmontes …”
Prosigue el informe resaltando la importancia de la zona afectada en cuanto alberga bosques nativos y humedales, haciendo una enumeración de los numerosos beneficios y servicios ecosistémicos que los mismos prestan para el control de las inundaciones y la mitigación del cambio climático, así como para la realización de actividades culturales y recreativas.
Seguidamente, el informe da cuenta de los desmontes realizados en el área, expresando que “La intervención en este tipo de formaciones boscosas debería realizarse a través de planes de manejo o conservación”, para lo cual resalta la importancia que tendrá la Ley que apruebe el Ordenamiento Territorial de Bosques. “Hasta tanto se sancione dicha norma,” continúa el informe, “la Ley Nacional 26.331 establece que no puede autorizarse la realización de desmontes en todo el territorio provincial”.
Sin perjuicio de ello, señala que dado que la Ley 12.756 prevé el procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental previo a la realización de cualquier actividad dentro del área protegida mencionada, las actividades autorizadas por el municipio, en este caso la Municipalidad de Berisso, “deberán contar con una previa evaluación de impacto ambiental”.
Por su parte, la Directora de Recursos Naturales en su dictamen, expresa que “no consta la existencia de requerimientos de intervención de esta Dirección con motivo de permisos o autorizaciones para la realización de obras en el lugar”, por lo que sugiere que la respuesta a la información solicitada en relación a este punto la suministre la Dirección de Evaluación de Impacto Ambiental.
En cuanto a los desmontes efectuados, la Directora Adriana Ricci manifiesta que no se ha emitido autorización alguna para su realización.
Del informe surge, no obstante lo incompleto del mismo, que las actividades de alteo y desmonte que se están llevando a cabo sobre la prolongación de la calle 12 (Punta Arenas) de Berisso, en su intersección con el Arroyo Filgueira, son ilegales, no sólo por carecer de autorización de la autoridad provincial de aplicación, sino que aún de contar con autorización del municipio, no se ha presentado Estudio de Impacto Ambiental previo, en contravención a la Ley 12.756.
Adicionalmente, a la luz de lo dispuesto por la Ley Nacional de Bosques Nativos 26.331, al no encontrarse aún aprobado el Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos, no puede autorizarse ningún desmonte.
Por eso, los vecinos de la Asamblea “Salvemos el Monte” sostenemos que se ha violado el orden público ambiental, y responsabilizamos tanto a las autoridades provinciales como municipales, que por acción u omisión han permitido que ello ocurra.

Publicado en agenciadelacalle.com 06/10/16

Se realizará una cena a beneficio del Monte Ribereño

Se llevará a cabo el viernes 7 de agosto en el Centro Cultural Tonkiri . Habrá comida montaraz, vino de la costa, cerveza artesanal, pintura en vivo, se proyectará el documental Hijo del Amazonia, y habrá exposición de fotos del monte ribereño, que ha sufrido brutales desmontes en los últimos años.
“Es una cena para difundir lo que está ocurriendo con el monte, y para advertir del peligro que implica el Ordenamiento de Bosques Nativos que pretende la provincia”, explicó Gabriela Sanchez, una de las organizadoras.
Además, Gabriela aclaró que “parte de lo recaudado en la cena será para colaborar con la finalización del proyecto trasmedia Hijo del Amazonia”, que da cuenta de la problemática.
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Publicado en El Día 04/10/16

DEFENSA COSTERA EN LA MIRA

Polémica por demoras en obras de la Isla Paulino

Fuertes cruces entre los habitantes y autoridades del Puerto local
Desde hace varios meses, la ejecución de obras en la isla Paulino genera cuestionamientos por parte de sus habitantes
Desde hace varios meses, la ejecución de obras en la isla Paulino genera
cuestionamientos por parte de sus habitantes (EL DIA)
Isla chica, discusión grande. A veinte minutos en lancha del centro de Berisso, la Paulino es un enclave agreste en el que reside apenas un puñado de familias y quinteros. Desde hace más de un año está en obra por la construcción de una defensa costera largamente esperada; sin embargo, hay quienes afirman que el Puerto, que proyectó y financia los trabajos, no está cumpliendo con lo prometido.
El montaje del “tablestacado” o protección contra crecidas, y las obras complementarias que incluyen un nuevo muelle y la puesta en valor del frente costero, además de un nuevo sendero de acceso a la playa, comenzaron a fines de 2015.
“Todos queremos las defensas, pero hasta la fecha el Consorcio del Puerto no cumplió con su palabra” enfatiza Miriam Moreno, con más de medio siglo como residente en la Paulino: “varias familias nos tuvimos que ir de nuestras casas porque estaban en zona de obra y fueron demolidas, y quedaron en hacerlas de nuevo un poco mas tierra adentro, pero no se hizo nada”.
La vecina asegura que “nos quieren sacar nueve metros de superficie de nuestras propiedades, no tenemos casa y nuestras cosas están desperdigadas por ahí; un desastre”.
JERARQUIZACION
La jerarquización ribereña anunciada oportunamente por el Puerto incluye una primera etapa de tablestacado frente a la zona más “urbana de la isla, donde se hallan el embarcadero y la escuela; un paseo público, con refugio para la espera de pasajeros, una rampa de bajada y subida de embarcaciones y un nuevo muelle. También un renovado sendero de acceso a la playa y la apertura de un “camino de sirga” paralelo al canal deAcceso.
“El tablestacado avanzó” dice Moreno: “de lo demás, todo está inconcluso. Es más, como al consolidar el camino costero de la isla quedó más alto que el interior, y no hay desagües, con caer dos gotas muchas casas se inundan desde adentro”. Meses atrás, los contratistas de la obra habían sido cuestionados por “arrasar con una franja de vegetación autóctona” camino a la playa.
En el Puerto, la mirada es diametralmente opuesta. “La primera etapa del tablestacado, clave para evitar la erosión costera y reclamado durante décadas por los isleños, se concretó junto con varios trabajos complementarios a partir de una inversión de 16 millones de pesos” precisa Rodolfo Rocca, gerente general de la terminal naviera regional.
Pusimos en valor una zona que lo necesitaba, materializamos una calle pública ‘de sirga’, tal como lo marca la ley, reconstruimos y reforzamos el embarcadero y creamos una rampa de hormigón para lanchas” enumera el funcionario: “nunca se acordó ni prometió reconstruir ninguna vivienda”.
“Nuestro compromiso -y así se lo expresamos a los vecinos- es seguir haciendo obras, privilegiando el espacio público y la calidad de vida del conjunto” adelantó Rocca: “en el corto a mediano plazo vamos a continuar con nuevo tramos de defensa costera en la zona de quintas”.
Desde la comuna berissense, el coordinador municipal para la isla, Germán Salmen, subrayó que “se decidió tener una presencia continua, aportando iniciativas, valorando el recurso natural y turístico y acompañando a los isleños, cuya idiosincracia debe ser respetada”.
Veinte
Es, en kilómetros cuadrados, la superficie de la isla Paulino, que si bien se encuentra en el partido de Berisso está en la órbita administrativa del Consorcio del Puerto La Plata

Publicado en El Día 03/10/16

EDITORIAL

Las costas de la Región necesitan que se actúe contra la contaminación


La advertencia formulada por científicos acerca de la extrema degradación ambiental que sufre la costa del Río de la Plata, con registros que denotan niveles alarmantes en nuestra zona, en lo que resulta ser una directa agresión a la calidad de vida de la población y a los recursos naturales, parece constituirse en un extremo más allá del cual los daños se convertirían en tan gigantescos como irreversibles.
El problema, que se agudiza desde hace varios años, fue planteado en una nota publicada en este diario en la que científicos platenses alertaron acerca de que se está agotando la capacidad de autodepuración del Río de la Plata, en una situación que se empeoró en la última década y a la que nadie le pone freno.
Tal como se señaló, las aguas tienen un nivel de contaminación en algunas zonas de la costa que compromete su calidad. La intervención sobre la vegetación natural ha dejado a la costa en sí, a las aves y peces librados a condiciones que no están preparados para afrontar. Y cambian para mal, emigran o mueren. Hasta las playas presentan altos índices de polución. Las construcciones siguen avanzando en zonas ganadas al río. En rigor, se ha lanzado un boomerang. Hay tiempo de reducir su efecto. Ese tiempo es poco y habrá que ver si es que se impulsan ahora políticas eficaces, coordinadas de largo aliento.
“La degradación ambiental de nuestra costa ha conducido a la disminución, e incluso a la pérdida, de muchos servicios que naturalmente presta a los ciudadanos”, advirtieron los investigadores del Instituto de Limnología de La Plata, quienes estudian los cursos de agua de toda la Región. Añadieron que “el Río es bebedero y cloaca al mismo tiempo, ya que a él van a parar todos los desechos cloacales. No hace falta ahondar en la necesidad de cuidarlo”.
Como resultado de políticas erradas o de omisiones, se pierden de continuo vegetaciones ribereñas, peces, aves, ranas, tortugas, cangrejos, algas. Ya no es posible bañarse. Y no hay planificación entre los municipios y la Provincia para encarar la problemática con políticas serias y consensuadas de planificación costera, se añadió.
Han sido reiterados los reclamos de numerosos vecinos y representantes de distintas entidades por la realización de tareas de tala y desmalezamiento en la zona ribereña, así como por los posibles daños derivados de esas circunstancias, entre otras de las múltiples agresiones que sufre el medio ambiente costero.
El Río sometido a un constante bombardeo de contaminación orgánica e inorgánica, las costas abandonadas a la buena de Dios, sin que los organismos públicos con incumbencia realicen ningún tipo de contralor y de defensa de los recursos naturales, han dado a través de los científicos su voz de alerta y es hora de escuchar esa demanda.
Las zonas ribereñas de la Región , con reservas naturales que aún se está a tiempo de salvar, como son la Selva Marginal de Punta Lara, las islas y canales, así como los humedales puestos en riesgo, merecen que se haga un esfuerzo serio para su preservación, que significa nada más y nada menos que ponerlos al margen de toda agresión. La desaparición de la vegetación propia del lugar y la emigración de peces y aves son daños demasiado graves como para no suponer que las autoridades y la sociedad en pleno reaccionarán para evitarlos.

Publicado en El Día 02/10/16

DEGRADACIÓN AMBIENTAL SIN FRENO

La costa ribereña en terapia intensiva

Científicos platenses alertan que se agota la capacidad de autodepuración del Río de la Plata
   

   


Por CARLOS ALTAVISTA
Hace décadas que la costa del Río de la Plata sufre un marcado proceso de degradación. Pero hay novedades: en la última década se ha agravado, empeora día a día y nadie le pone freno.
No estamos hablando -como subrayan los expertos- de un fenómeno ajeno a nuestra vida cotidiana. Todo lo contrario. Estamos perdiendo calidad del hábitat; calidad de vida.
Las aguas tienen un nivel de contaminación en algunas zonas de la costa que compromete su calidad. La intervención sobre la vegetación natural ha dejado a la costa en sí, a las aves y peces librados a condiciones que no están preparados para afrontar. Y cambian para mal, emigran o mueren. Hasta las playas presentan altos índices de polución. Las construcciones siguen avanzando en zonas ganadas al río. En rigor, se ha lanzado un boomerang. Hay tiempo de reducir su efecto. Pero muy poco y siempre que existan políticas coordinadas y de largo aliento. ¿Será posible?
“La degradación ambiental de nuestra costa ha conducido a la disminución, e incluso a la pérdida, de muchos servicios que naturalmente presta a los ciudadanos”, dicen los investigadores del Instituto de Limnología de La Plata (Ilpla), quienes estudian los cursos de agua de toda la Región.
“El río es bebedero y cloaca al mismo tiempo, ya que a él van a parar todos los desechos cloacales. No hace falta ahondar en la necesidad de cuidarlo”
En primer lugar destacan que la eliminación de los juncales y pajonales para construir barrios cerrados, como en la zona de Hudson, o simplemente por cuestiones “estéticas” en ciertos balnearios, equivale, directamente, a abrirle la puerta a la contaminación de las aguas. “Esas son las barreras naturales, los filtros verdes a los agentes contaminantes que llegan desde el continente al río”, alertan.
Y el Río de la Plata es, nada más y nada menos, que la fuente de agua de muchas ciudades, como La Plata, Berisso, Ensenada. “Pero el río es bebedero y cloaca al mismo tiempo, ya que a él van a parar todos los desechos cloacales. No hace falta ahondar en la necesidad de cuidarlo”, dicen en el Ilpla.
“Todo lo que las lluvias barren del continente va a la costa, y si se elimina ese filtro verde, todo va al agua. Eso ocurre desde hace décadas y más aún en los últimos años. Además, es irónico que se gaste tanta plata en “embellecer” las costas para el verano quitando lo natural del paisaje ribereño, como los pajonales y juncales. Así, “embelleciendo” la costa se ayudó y mucho a que se pongan carteles de prohibido bañarse en sitios donde alguna vez las familias disfrutaban de los veranos sin riesgo. O carteles de prohibido pescar, como sucedió en el 2000 tras comprobarse que el típico sábalo estaba contaminado”, remarcan los científicos.
SIN MARCHA ATRAS
Murallones, terraplenes, compuertas. ¿Todo ayudó a contener las sudestadas, o a aumentar la erosión de la costa? Las dos cosas. Pero la segunda no tiene marcha atrás.
Aquí se plantea un tema de fondo. Es que la construcción de viviendas sobre la ribera comenzó con la llegada del hombre al lugar y “algo había que hacer para proteger esos sitios una vez que crecieron las ciudades. La pregunta es si se hizo lo correcto. Y lo peor, ¿por qué hasta hoy se siguen construyendo en la costa viviendas carísimas promocionadas por su “inmejorable vista al río”?, se preguntan, sin respuesta razonable, los investigadores.
Se pierden vegetación, peces, aves, ranas, tortugas, cangrejos, algas. Ya no es posible bañarse. Y no hay planificación entre los municipios y la Provincia para encarar la problemática con políticas serias y consensuadas de planificación costera.
“En el mediano y largo plazo, el manejo desde una visión antropocéntrica como la que se está llevando a cabo en estos ecosistemas tan sensibles e indispensables para la existencia de la vida, conduce a importantes pérdidas económicas, ya que muchos de los servicios que prestan estos ambientes al hombre son difíciles o casi imposibles de restituir una vez que han sido degradados, sometiendo a la sociedad a condiciones de vida cada vez peores y más costosas en salud, higiene, mantenimiento, calidad de vida, servicios públicos, infraestructura, administración”, advierte la directora del centro científico, Nora Gómez.
AUTODEPURACION AMENAZADA
Entre los contaminantes que amenazan la condición humana “podemos mencionar desechos domiciliarios, cloacales e industriales y organismos patógenos. Las playas más cercanas al ingreso de esos contaminantes, vinculadas principalmente con efluentes cloacales o arroyos y canales contaminados que desaguan en la costa, tienen comprometida la calidad del agua y de las arenas por la cantidad de bacterias fecales, superando los valores recomendados por la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación para aguas de uso recreacional”, apuntan en el instituto del Conicet-UNLP.
Y añaden que “si bien el Río de la Plata tiene una reconocida capacidad de autodepuración, no se está teniendo en cuenta la importante carga de contaminantes que se vuelca diariamente sobre la costa, lo cual está limitando esa capacidad de autolimpiarse del río, al menos entre la línea de costa y los 2.500 metros aguas adentro”.
“Otro efecto importante que genera la contaminación es la proliferación de unas microalgas llamadas cianobacterias (algas verde-azuladas), las cuales, con el aumento de la temperatura durante la primavera y el verano, suelen modificar la calidad del agua ya que son capaces de producir toxinas que afectan la salud humana y de los organismos acuáticos. Estas algas pueden causar dermatitis y enfermedades gastrointestinales, por lo cual es importante prestar atención a su desarrollo”, detallan los científicos platenses y enfatizan: “El correcto funcionamiento de las plantas de tratamiento de efluentes cloacales y la construcción de plantas de tratamiento secundarias que reduzcan significativamente el ingreso de desechos permitiría controlar estas problemáticas sanitarias”.
“Por otra parte -continúan- el aporte de basura domiciliaria, como bolsas y botellas de plástico, vidrio, cubiertas y desechos de higiene personal que es transportada por el agua o depositada directamente en la costa es otro problema que afecta notablemente la calidad ambiental costera. La basura constituye una barrera física para el libre intercambio entre el medio acuático y el terrestre costero debido a que se enreda entre los tallos de la vegetación, contribuyendo además a disminuir la estética natural de la ribera; es una gran fuente de contaminación”.
Un SOS desde la ciencia. ¿Alquien responderá, alguna vez, al llamado?