Publicado en El Mundo de Berisso 02/08/13

EL PROYECTO DE LEY FUE RECIENTEMENTE PRESENTADO POR EL OPDS
Cuestionan propuesta de Ordenamiento Territorial de Bosques NativosProductores de Isla Paulino e integrantes de organizaciones ambientales y de defensa de los ecosistemas de la región argumentan que en la iniciativa oficial ‘se eliminó’ el ’80 % de la superficie que era considerada ‘bosque’.
El pasado 6 de junio (Día mundial del Medio Ambiente), el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) presentó el Proyecto de Ley de Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos de la provincia de Buenos Aires. El acto se realizó en La Plata, en la sede de la Gobernación, y contó con la presencia de funcionarios, intendentes, técnicos y público en general. La presentación estuvo a cargo de Norberto Beliera, presidente del Colegio de Ingenieros de la provincia de Buenos Aires; Martín Di Bella, titular de la Agencia de Recaudación Buenos Aires (ARBA); el Director Ejecutivo del OPDS, Hugo Bilbao, y el Director Provincial de Recursos Naturales, Germán Larrán.
Junto a productores de Isla Paulino, integrantes de organizaciones ambientales como Nuevo Ambiente y Fundación Biósfera y de la Asamblea local Salvemos al Monte manifestaron una serie de reparos a la iniciativa.
En tal sentido, recordaron que en el transcurso del año 2011, durante el trabajo previo para la reglamentación del Ordenamiento, se llevaron a cabo distintos talleres convocados por el OPDS.
“En dichos talleres, por consenso e interdisciplinariamente, se fue elaborando un mapa en conjunto entre productores, ONG’s, entidades gubernamentales, guardaparques, técnicos y científicos de la UBA y UNLP y otros actores”, advirtió un productor local. “Pero luego el OPDS en conjunto con los Municipios, se reunió con los principales empresarios interesados en las costas bonaerenses a espaldas de la sociedad, modificando completamente el mapa al eliminar el 80% de los Bosques Nativos”, argumentó.
El cambio se advierte en los mapas elaborados por el organismo provincial, en los que superficies antes coloreadas con verde, amarillo y roja pasaron a blanco (sin bosque). “Este hecho se pudo concretar haciendo oídos sordos y dejando de lado la participación de multiplicidad de actores que venían teniendo un rol activo en los talleres previos, como pequeños productores, comunidad científica y académica, ong´s, guardaparques, fundaciones ambientalistas, técnicos y otros”, destacaron ambientalistas de la región, extrañados de que literalmente ‘se hayan borrado del mapa’ extensas regiones de bosque nativo.
A la hora de buscar razones, arriesgaron que podría tratarse de alguna ‘maniobra’ relacionada con intereses de megaemprendimientos proyectados en diferentes segmentos de las costas.
Por otra parte, manifestaron que desde las asambleas de toda la costa bonaerense se levantó la voz para poner al tanto de la situación a la población. La problemática generó en los últimos días, por ejemplo, una movilización a la Casa de la Provincia. “Apuntamos a impedir que se reglamente la Ley de Bosques con el mapa actual en la Provincia de Buenos Aires, ya que claramente está definido no por informes técnicos y consensos, sino por intereses económicos entre gallos y medianoche”, indican.

El bosque ribereño local

La primera versión del proyecto, revelan ambientalistas de la región, fue fruto de un arduo trabajo de los técnicos de la Dirección de Bosques, durante el que se relevó toda la superficie de la provincia delimitando este tipo de ambiente según las exigencias de la Ley nacional de Protección de Bosque Nativo, aprobada por unanimidad en el Congreso nacional en el año 2007 y reglamentada 2 años después.
La metodología utilizada para relevar estas aéreas, mencionan también, fue la de convocar a talleres participativos en los que estuvieron distintos actores sociales. Como conclusión se presentaron los mapas con las zonas a proteger y sus categorías de conservación. En ellos, el color ‘rojo’ hacía alusión a sectores de muy alto valor de conservación que no deben transformarse, pero pueden ser hábitat de comunidades indígenas y ser objeto de investigación científica. Con el color ‘amarillo’ se hizo referencia a sectores de mediano valor de conservación, que pueden estar degradados, estableciendo que podrían ser sometidos a los siguientes usos: aprovechamiento sostenible, turismo, recolección e investigación científica. Con el color ‘verde’ se designó a sectores de bajo valor de conservación que pueden transformarse parcialmente o en su totalidad.
En el caso de Berisso, indicaron productores de la zona de Isla Paulino, el 6 de octubre de 2011 se participó de un Taller convocado en la Cámara de Comercio e Industria de Ensenada. En ese marco se puso a consideración una propuesta orientada a cumplir con la Ley 26.331 que establece que cada jurisdicción del país deberá realizar, a través de un proceso participativo, un ordenamiento de sus bosques nativos.
El mapa regional surgió, se exponía entonces, de la recopilación y análisis de antecedentes, la interpretación de imágenes satelitales, el relevamiento y estudio de campo, junto con el aporte y colaboración de referentes gubernamentales y académicos.
“Hasta ahí todo perfecto. El anteproyecto de Ley debía ser presentado en la legislatura provincial, pero nuestra sorpresa fue mayúscula cuando varias asambleas vecinales que defienden el monte ribereño, entre ellas la de nuestra ciudad y las de Quilmes, Bernal, Berazategui y Avellaneda tomaron conocimiento sobre modificaciones en los mapas presentados en el anteproyecto, algunas groseras como es el caso de dejar desprotegida en la ley la reserva de Punta Lara o la de eliminar las zonas de distribución, zonas que garantizarían en un futuro la recuperación del bosque nativo”, repasan referentes de las organizaciones ambientales preocupadas por el tema.
Del mismo modo, subrayaron que en las consultas efectuadas ante las autoridades del OPDS no se consiguió esclarecer qué sucedió con las modificaciones aludidas. “Extraoficialmente se supo que el anteproyecto de protección de bosque nativo fue devuelto desde la gobernación al área de bosques para que se le realizaran algunos ajustes”, dicen los ambientalistas, poniendo el ojo en el que, definen, podría ser un fuerte ‘lobby’ con ‘intereses inmobiliarios diversos’.
“Si se presentara el anteproyecto original, no se podría hacer ningún tipo de modificaciones sobre esas aéreas protegidas, porque la ley nacional dice explícitamente que no se podrán achicar de ninguna manera áreas de bosques nativos que fueran aprobadas en la legislatura provincial”, concluyen desde las ONG’s.



Cambios. Arriba, la zona de bosque conforme al mapa consensuado en 2011. 
El mapa de abajo, explican los ambientalistas, es el que figura en el proyecto 
de ley de ordenamiento presentado hace pocas semanas.


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