Publicado en agenciadelacalle.com 25/04/16

Desmonte de Berisso: Se presentó el primer video del documental “Hijo del Amazonia”

El trabajo web consiste en un Documental Multimedia Interactivo donde se plasman entrevistas audiovisuales, audios, textos, noticias y fotografías (es la instancia de realización actual). Hasta el momento se publicaron 2 vídeos de un total de 5. Cada vídeo aborda la historia desde una artista diferente del problema. Así, el Trailer presenta el tema; mientras que la primer parte trata sobre la ampliación del Puerto y su incidencia ambiental; la segunda, sobre “su gente” con entrevistas a lugareños; la tercera, hace hincapié en el Humedal, sus características y funciones; y por último una cuarta parte explica el contexto internacional del problema.

Publicado en El Día 17/04/16

UNA AMENAZA SILENCIOSA EN LA RIBERA BERISSENSE

Sin defensas y acechada por una implacable erosión costera, la Isla Paulino se desmorona

Hay casas en riesgo de derrumbe. El desgaste se amplifica por el paso de barcos de gran porte. Reclaman obras

Santuario de vida natural, recurso turístico de belleza tan notable como singular y fuente de trabajo para tradicionales familias de productores, la isla Paulino es acechada por una amenaza silenciosa e implacable. La erosión costera, amplificada por el ocasional paso de barcos de gran porte, carcome la ribera del enclave insular berissense y sus habitantes reclaman con urgencia el inicio de obras de contención prometidas pero nunca concretadas.
Comprendida entre el Río Santiago, el Río de La Plata y el canal Santiago, que a lo largo de tres kilómetros conecta el Plata con el dock central del Puerto, la isla Paulino tiene una veintena de kilómetros cuadrados. Paradójicamente, el canal que hace 130 años le dio origen, al separarla del continente, hoy se está cobrando parte de su territorio.
Los isleños aseguran que a la erosión natural de más de un siglo de tormentas, sudestadas, dragado y tráfico naviero se sumó en los últimos tiempos, como una suerte de golpe de gracia a la línea costera, el paso de buques de calado inusual al influjo de la nueva Terminal de Contenedores.
“Ya se desmoronó una casa antigua que estaba junto al agua”, revelan; “no se puede hacer una megaobra como la Terminal sin antes pensar en una defensa costera para los lugares afectados. Estamos en un territorio alcanzado por normas de legislación ambiental y de protección del patrimonio, pero además en un lugar donde viven familias”.
Un isleño explicó a este medio que “el sector más complicado es el segmento que va desde la escuela de Isla Paulino (actualmente base del CEF Nº 67 de Berisso) hacia lo que se denomina “Las Tres Bocas” (en sentido a Berisso, ver gráfico), donde hay varias casas a un paso del derrumbe”. En ciertos tramos, incluso, “hay una tasa de erosión de más de 2,30 metros por año”, aunque el promedio de desgaste costero en la isla ronda los 0,76 metros anuales.
Nucleados en el grupo “Isleños de pie”, que cuenta con centenares de adhesiones en las redes sociales, muchos de los habitantes de la Paulino se movilizan desde hace tiempo para lograr el objetivo común. El año pasado, consiguieron que el Consorcio de Gestión del Puerto anunciara que se construiría un “tablestacado”, tal como se denominan las defensas conformadas con piezas que se clavan en el terreno, unas junto a las otras, formando cercos o muros.
Este recurso ya se utilizó en la ribera norte del canal de acceso a la estación fluvial, sobre la isla Santiago -de jurisdicción ensenadense-. Pero mientras esa costa es accesible por vía terrestre, a la otra sólo se puede llegar por agua; el transporte y el hincado de las tablestacas requiere allí el uso de maquinaria especial.
La iniciativa oficial preveía erigir la defensa costera, a lo largo de unos doscientos metros aledaños con la escuela de la isla, con placas de hormigón armado colocadas cada tres metros y tensores metálicos; luego, construir un nuevo muelle con refugio para los pasajeros de las lanchas, una pasarela metálica y una rampa para embarcaciones para acotar los desmoronamientos y generar a un paseo atractivo para el turismo.
Esta obra, con una financiación de unos diez millones de pesos, aún no se concretó.
VIVIR EN LA CORNISA
Hace más una década que Juan Pocai tiene una casa y una plantación en la isla. Víctima del avance sin freno del río, describe la angustiante situación: “En mi caso, el río viene ‘comiendo’ más o menos 2,50 metros de costa por año. Yo ya corrí el alambre un montón de veces y eso es un gasto constante. Tratamos de apuntalar o defender la orilla para contener el derrumbe, llevamos bolsas con tierra o colocamos palos, pero son defensas que a esta altura son un poco inútiles. A la larga el río te gana. Por eso hay que hacer un trabajo mucho más serio de infraestructura”, reclama.
La casa de Pocai se levanta a unos cinco metros de la costa. A este ritmo voraz, la corrosión costera llegará a la puerta de su casa en dos años. “Mi vivienda hasta ahora no se desmoronó. Pero mi vecino, a 50 metros, tuvo que demoler la cocina y el quincho porque se lo devoró el río”, cuenta Pocai. Y no mucho más allá, otra construcción cedió a los embates del agua, al igual que tramos del camino de sirga que suelen recorrer los turistas que visitan la isla los fines de semana. “Hay un tramo en que cayó el terrón de tierra y para cruzar hay que atravesar el comedor de una casa, sino es imposible”, aseguran.
La paulatina erosión hizo que, con los años, el canal de acceso al Puerto se ensanchara notablemente: “Cuando nació el Puerto la medida del canal era de 90 metros (de ancho), hoy tiene 300 metros. Es que fue concebido para embarcaciones a vela o vapor y hoy entran desde porta contenedores hasta petroleros”, agrega Pocai.
“Cuando nació el Puerto la medida del canal era de 90 metros (de ancho), hoy tiene 300 metros. Fue concebido para pequeñas embarcaciones y hoy entran desde portacontenedores hasta petroleros”
En temporada baja en la isla viven unas 40 personas, pero en época estival son más de un centenar, ya que la mayoría tiene casas de veraneo. Además, cada fin de semana llegan unos 2.000 visitantes a pasar el día.
Daniela Mondelo es museóloga y conoce “al dedillo” los secretos de la isla. Hizo un trabajo historiográfico sobre esta geografía berissense y es la guía que todos los fines de semana revela secretos a los visitantes. “La Isla Paulino nace con el puerto, en el año 1890. Se llama así por el nombre del primer habitante”, explica.
Se refiere al italiano Paulino Pagani, quien se afincó en sus campos para trabajar en la apertura del canal Santiago. Con el correr del tiempo, el lugar comenzó a atraer a familias en busca de descanso y naturaleza, pero también a viñateros, quinteros y floricultores.
“La isla posee patrimonio tangible e intangible. Tiene, por ejemplo, patrimonio arquitectónico de la clase obrera de fines de siglo XIX, son casas centenarias. Y también patrimonio cultural funerario”, detalló Mondelo, y recordó, entre otros hechos, la crecida del río de 1940, que sobrepasó los tres metros e inundó la isla, con un saldo trágico de fallecidos y desaparecidos.
“El pedido de salvaguarda patrimonial está hecho, pero no lo otorgaron todavía. Tenemos la esperanza de contar con el apoyo de la nueva gestión de la Municipalidad de Berisso para que lo aprueben”, dijo la museóloga. Aclaró, a su vez, que la protección de un muro de contención es una necesidad “urgente” y “para toda la isla”. Y remarcó que, de no avanzar con la medida, se estará incumpliendo con las leyes internacionales de protección de los humedales.
Al respecto, Mondelo señaló que por el empuje de “Isleños de Pie” consiguieron que comenzaran una obra de tablestacado frente al sector de Prefectura. “No era la zona más urgente -agregó- pero aceptamos eso porque nos dijeron que de forma simultánea se iba a hacer el otro tramo de la isla, que está corriendo más riesgos”. Sin embargo, esa obra sigue demorada.
SE ACELERA EL PROCESO
Mondelo aporta otro dato que da cuenta del acelere del desgaste costero: “En 16 años la erosión fue de 0,60 metros. Ahora, el promedio de toda la isla, es de 0,76 metros por año”. Es decir que cada 365 días el río carcome de costa lo que antes le tomaba 5.840 días. “Se acrecentó -asegura- porque al entrar las embarcaciones de gran porte generan un oleaje que va socavando la costa como si fuera “una U acostada”.
Otro isleño dijo que “hay otra obra anunciada, que se iba a financiar con fondos del área deAgricultura Familiar de Nación. La plata ya está depositada pero los trabajos no arrancan”.
A veinte minutos en lancha de Berisso, la isla cuenta con más de 200 especies de aves, y rincones virtualmente vírgenes con montes, cañaverales, arroyos, zanjones y bañados. Su economía se basa en el turismo y la producción primaria. Allí se produce miel, uva (para elaborar Vino de la Costa) y ciruela. “El problema es que con estos derrumbes de caminos los productores no pueden pasar de quinta en quinta y los turistas también consiguen acceder para adquirir los productos”, apuntó un isleño.
Como los caminos se socavan también desde abajo, el riesgo de desmoronamiento es constante. “Este año la tradicional Fiesta del Isleño no se hace porque no está garantizada la libre circulación por la peligrosidad del sendero”, dijeron.

Publicado en El Día 06/04/16

ALARMA POR EL PATRIMONIO NATURAL

Los ambientalistas vuelven a la carga por el desmonte ribereño

Presentaron una denuncia ante el OPDS por la tala masiva en un monte de Ensenada
Talas masivas. Vecinos ensenadenses hicieron un relevamiento y registro fotográfico del desmonte en “Bahía Los Perros”
Talas masivas. Vecinos ensenadenses hicieron un relevamiento y registro fotográfico
del desmonte en “Bahía Los Perros”
La ong ecologista Nuevo Ambiente presentó esta semana una denuncia ante el Organismo Provincia para el Desarrollo Sostenible (OPDS) para que intervenga y ponga freno a los “trabajos de deforestación” que se están sucediendo en una zona del monte ribereño ensenadense conocida como “Bahía Los Perros”.
La tala, que afecta árboles con vegetación autóctona, se estaría desarrollando en una zona comprendida entre el Astillero Río Santiago, el río Santiago, el canal Oeste del Puerto La Plata y el confín de la mancha urbana ensenadense.
La intervención de ese importante pulmón verde había sido denunciada la semana pasada y en las últimas horas aparecieron nuevos indicios del desmonte.
Por eso, a través de un escrito firmado por el presidente de la ong, Leandro Varela, y el secretario, Marcelo Martínez, los ambientalistas pusieron de relieve que la tala y deforestación “se agravó en los últimos días ante nuevas denuncias que nos acercaron vecinos de Ensenada que dan cuenta de más trabajos de tala”.
En esta oportunidad, los vecinos acompañaron su denuncia con un registro fotográfico del desmonte.
Desde Nuevo Ambiente consideraron que se trata de “un hecho grave ya que están degradando un pulmón verde de grandes dimensiones y un humedal de características importantes”, además de constituir una “clara violación de legislaciones vigentes”.
Al mismo tiempo alertaron que se desconoce qué empresa está llevando adelante los trabajos, a la vez que resaltaron que “las tierras serían fiscales”.
“Hace un año el propio municipio de Ensenada comenzó a realizar trabajos de tala en el lugar que luego abandonó, en donde se había afectado unas dos hectáreas”, recordaron los ambientalistas.

NUESTRA SOLIDARIDAD CON LOS TRABAJADORES DE TECPLATA

Desde la Asamblea de vecinos y productores “Salvemos al Monte” expresamos nuestra solidaridad con los trabajadores de la empresa TEC-PLATA S.A. ante la posibilidad de que pierdan sus fuentes de trabajo, así como desde el comienzo de esa faraónica obra hasta el presente nos solidarizamos con los trabajadores isleños y ribereños que se vieron perjudicados y desplazados sin que ningún funcionario portuario, municipal ni provincial levantara la voz en su defensa.

Hace más de tres años, a través de distintos medios, advertimos que esto sucedería. Les dijimos a todos los que nos querían escuchar que esto era una cortina de humo para tapar un gran negocio. Les hicimos saber lo que hoy constituye una verdad insoslayable: que “la reactivación portuaria” era parte del relato, que esa terminal nunca iba a contratar ni 500, ni 1.000 ni 3.000 ni mucho menos 5.000 trabajadores como fuera anunciado públicamente por el ex Intendente  Enrique Slezack  (hoy no llegan a 150).

Nos quisieron vender que volvíamos a ser una ciudad portuaria como lo fuimos en momentos en que contábamos con un complejo frigorífico (SWIFT-ARMOUR), desconociendo las autoridades municipales y provinciales de la anterior gestión que el mundo había cambiado. Aquella situación sociopolítica, económica e industrial no podría volver de la mano de un puerto importador, de almacenamiento de contenedores.

Aquel modelo portuario estaba basado en el esfuerzo y en el trabajo de los berissenses; el actual modelo no deja más que prostitución, narcotráfico y contrabando. Si esto no fuera así, no existiría la zona marginal de Dock Sud y la “Isla Maciel”, ni la ciudad de Rosario estaría sufriendo actualmente los flagelos de los cárteles.

También expusimos, en reiteradas oportunidades que esta obra estaba destruyendo un paisaje protegido por Ley, que no podíamos  seguir viviendo de espaldas al río, al monte, ya que hay una ribera que no conoce de municipios, que nos une, nos hermana, que alberga una cultura y una historia asociadas a los orígenes mismos de nuestra región.

De la mano de profesionales idóneos dimos a conocer qué son los humedales, ya que vivimos en uno, y que la obra portuaria lo destruía. Señalamos que la agresión constante a estos espacios es en buena parte responsable de las inundaciones que padecemos.

Nos trataron de mentirosos, fabuladores y de operar para el puerto de Buenos Aires. Entre otros, el presidente del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata Mariano Goyenechea, se encargó de desacreditar nuestros reclamos y nuestro accionar. No obstante, en el mayor de los silencios les demostramos -mediante pericia judicial- que los recintos de refulado causaron un daño ambiental grave e irreversible, que ese material producto del dragado ahogó las plantas, expulsó a la fauna y cambió las características del suelo de decenas de hectáreas de la Isla Paulino por contener metales pesados e hidrocarburos, las cuales dejaron de ser aptas para cualquier tipo de actividad. También demostramos que se volcaron miles de litros agua salada al Río Santiago producto de la perforación de las napas.

Hoy, el presidente del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata, dice que en 2009 (inicio de la Terminal de TEC-PLATA S.A.), se proyectaba para 2012 un movimiento anual de 2 millones de contenedores, lejos de ello, al año 2016 se mueven 900.000 y Buenos Aires tiene espacio para aproximadamente 1.200.000, por lo tanto, sobra sitio en el puerto metropolitano. Pero nunca le creímos y fundamentalmente no confiamos en que ICTSI sea tan improvisada como él dice o que no hayan realizado los cálculos de riesgo que merece una inversión de este tipo. Sobre todo teniendo en cuenta todas las obras viales que fueron proyectadas en torno a la reactivación portuaria, escondiendo negociados espurios y desoyendo propuestas de alternativas viables como la puesta a punto de las vías férreas existentes y el transporte por agua, por caso, la utilización de la Hidrovía.

De más está decir que nos oponemos a que dichas obras viales se lleven a cabo a espaldas de los ciudadanos, más aún considerando las promesas incumplidas y falacias dichas por los funcionarios portuarios y la ex administración municipal. Obras de tal envergadura, por otra parte, ameritan que se brinde a la población información completa acerca de sus implicancias y que se arbitren las instancias de participación pertinentes, convocando a audiencias públicas previas.

Ahora, pese a la abundancia de notas periodísticas encabezadas por el justo reclamos de los trabajadores de TEC-PLATA S.A., nadie dice quién se hará cargo del pasivo ambiental ni explica cómo se van a remediar las zonas afectadas.

Por todo lo expuesto debemos decir que la ampliación portuaria agredió nuestro ambiente, nos puso en emergencia ambiental involucrando a toda la región por haberse omitido los controles y haberse violado las normas ambientales vigentes, desde nuestra Constitución Nacional hasta Ordenanzas Municipales, pasando por las Leyes Nacionales de Presupuestos Mínimos (incluyendo la Ley de Bosques Nativos) y las Leyes Provinciales de protección (Ley Nº 12.756 de Paisaje Protegido).

Señalamos a las autoridades actuales que el conflicto laboral puede ser revertido a favor de los trabajadores. Pero ello no es excluyente del conflicto ambiental. Por tal motivo les pedimos que se abra todo canal de diálogo posible con los integrantes de la Asamblea y con la población en general a fin de encontrar la forma de remediar el daño causado y evitar los daños futuros.

Asamblea de vecinos y productores “Salvemos al Monte”

VOCES DE LA RIBERA

A partir de Abril todos los lunes de 19 a 20 hs. se emitirá "Voces de la Ribera", el programa de radio de la asamblea "Salvemos el Monte" por FM 98.5 La Charlatana.