Jornada de concientización y trabajo en el Monte




Invitamos a todos a participar de una nueva jornada de concientización, información y trabajo en el monte de Berisso.

Comienzo de actividades:

10 hs: Reconocimiento del terreno y jornada de mantenimiento y reactivación. Historia de la quinta de Puccini narrada por productores.

12 hs: Almuerzo comunitario y charla sobre bosques nativos a cargo de Javier Beruhard, Director del Centro de Estudios La Ribera.

17 hs: Asamblea abierta en defensa del Monte Ribereño

19 hs: Fogón con música en vivo

Ademas: Muestras fotográficas de la mano de Marcelo Somenson, y más!

Traer: Ropa comoda, alimentos vegetales para un guiso popular, utensilios de cocina y bebida.

Publicado en El Mundo de Berisso 13/11/15

DESDE LA ORGANIZACIÓN “SALVEMOS EL MONTE”
Proponen que se cree una reserva provincial en el Delta local
La organización “Salvemos el Monte” se propuso avanzar en gestiones para que el Delta de Berisso quede resguardado bajo la figura de ‘reserva provincial’. Detrás de ese objetivo, sus miembros decidieron convocar a la comunidad a las reuniones que llevan adelante los viernes a partir de las 18:30 en el Parque Cívico (Montevideo y 11).
Representantes del sector aseguran que a partir de acciones que llevan adelante los gobiernos nacional, provincial y municipal y emprendimientos privados desde el año 2010, el Delta ‘esta siendo destruido’.
“Este Delta, aún no urbanizado, es uno de los más importantes humedales de América Latina. No sólo alberga diversas variedades de especies animales y vegetales, sino que también cumple funciones vitales en el ecosistema del que somos parte”, observan integrantes de la organización. “En estado natural, los humedales controlan las inundaciones, reponen las aguas subterráneas, estabilizan las corrientes de la costa, retienen y transportan sedimentos y nutrientes, mitigan cambios climáticos, y depuran las aguas, entre otras cosas”, completan.
Para “Salvemos el Monte”, el primer proyecto que afectó el humedal fue el del Terraplén Costero, cuya legalidad ponen en duda. “Dicho terraplén no respetó la traza original licitada. Gracias a la lucha de vecinos y productores, que llevó el terraplén a una traza más cercana a la original, se pudo evitar la pérdida de cientos de hectáreas más de Monte Ribereño”, argumentan desde el colectivo.
Después, recuerdan, comenzó el desmonte ‘sin previo aviso ni audiencia pública’ y junto a él el varias veces denunciado relleno de tierras con barros provenientes del dragado del canal de acceso al Puerto, cuyos efectos fueron oportunamente minimizados por autoridades portuarias.
“Bajo promesas de nuevos puestos de trabajo, el Municipio, el Consorcio del Puerto y la empresa multinacional TecPlata encubren la rápida destrucción del humedal, así como también los diversos negocios que genera la construcción del mega-puerto”, insisten desde “Salvemos el Monte”, señalando que en su poder obran resultados de estudios realizados por la Fundación Agronegocios y Alimentos de la UBA y por el laboratorio CIMA que establecen que los valores de metales pesados e hidrocarburos de dicho relleno ‘son nocivos para la salud humana, por ser mucho más elevados que los indicados en los protocolos ambientales’.
“En estos terrenos altamente contaminados, el Municipio ha propuesto construir predios deportivos, donde los niños realicen actividades diversas y también se intentó llevar adelante la creación de un complejo denominado “Eco-turístico” que no es más que un ambicioso proyecto inmobiliario”, se quejan desde el grupo, poniendo el acento en que el proceso fue avalado por el Organismos Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), cuya misión ‘debería ser la de garantizar la conservación del ambiente y de nuestra salud’.
“El desmonte y la contaminación masiva han avanzado arrasando con tierras cultivadas existentes desde la fundación de la ciudad por productores familiares, destruyendo así la historia y la cultura ribereña que forjaron los primeros habitantes de la región y vulnerado el derecho histórico que tienen las personas que en ellas habitan”, aseveran.
Del mismo modo, repiten que las acciones descriptas van en contra de lo que fija la normativa vigente, por ejemplo en la ley 12.756 que declara Paisaje Protegido al Monte Ribereño y las Islas; la 11.723 Ley Integral del Medio Ambiente (provincial); la 25.675 Ley General del Ambiente (nacional); la Ley 25.831 Régimen de libre acceso a la información pública ambiental; los artículos 41 de la Constitución Nacional y 28 de la Constitución Provincial y la Ordenanza municipal 2512/02 del uso del suelo que, según advierten, “intenta modificarse con un propósito desconocido”.
Para la organización, hasta hoy se ‘destruyeron’ más de 100 hectáreas en la Isla Paulino y se avanza sobre otras 35 en zona de ‘continente’ (de las cuatro bocas hasta la calle 12) para la ampliación de la terminal portuaria.
“Sumado a esto el gobierno provincial avanza con el proyecto de ampliación de la Autopista y la ruta 6 para la salida de los contenedores del Puerto hacia otros destinos, afectando a los vecinos de la zona de 122 y 90 y a los dos humedales más importantes de la región que son el monte ribereño y el bañado Maldonado. Este último actuó como reservorio natural de las aguas durante la terrible inundación del 2 de abril protegiendo a gran parte de la ciudad de males mayores”, sostienen.
Para los vecinos que conforman la organización, queda ver cómo actúan frente al tema la nueva gestión municipal y el renovado Concejo Deliberante desde diciembre. A la espera de conocer qué destino tendrá su reclamo, redoblan los esfuerzos para sostener sus asambleas semanales. Para hacer contacto se puede buscar en Facebook ‘Salvemos el Monte’ o visitar en el blog http://salvemoselmontedeberisso.blogspot.com.ar/



Publicado en grupoprimerapagina.com.ar 10/11/15

Quieren avanzar hacia una reserva provincial en el Delta de Berisso


Miembros de “Salvemos el Monte de Berisso comentaron a PRIMERA PÁGINA “desde el año 2010, el Delta de Berisso está siendo destruido por los gobiernos nacional, provincial y municipal, y por empresas privadas, como TecPlata, Pentamar y Ecodima, entre otras. Nuestro objetivo es avanzar hacia la creación de una reserva provincial”
Explicaron “este Delta que aún no fue urbanizado es uno de los más importantes humedales de América Latina, no sólo alberga diversas variedades de especies animales y vegetales, sino que también cumple funciones vitales en el ecosistema del que somos parte. En estado natural, los humedales controlan las inundaciones, reponen las aguas subterráneas, estabilizan las corrientes de la costa, retienen y transportan sedimentos y nutrientes, mitigan cambios climáticos, y depuran las aguas, entre otras importantes funciones”.

Según los ambientalistas “el primero de los proyectos que comenzó a destruir el humedal fue la construcción del Terraplén Costero, llevado adelante de manera ilícita. Dicho terraplén no respetó la traza original licitada. Gracias a la lucha de vecinos y productores, que llevó el terraplén a una traza más cercana a la original, se pudo evitar la pérdida de cientos de hectáreas más de Monte Ribereño”.
“Poco tiempo después, sin previo aviso ni audiencia pública, comenzaron los desmontes y el relleno de tierras con barros contaminados con metales pesados e hidrocarburos producto del dragado del canal de acceso al puerto, para llevar adelante el Mega Proyecto Portuario de la Terminal de Contenedores. Bajo promesas de nuevos puestos de trabajo, el Municipio, el Consorcio de Gestión del Puerto y la empresa multinacional Tecplata encubrieron la rápida destrucción del humedal, así como también los diversos negocios que genera la construcción del Mega Puerto”, enfatizaron.
“A partir de estos hechos, los vecinos autoconvocados recibieron estudios realizados por la Fundación Agronegocios y Alimentos de la U.B.A. y por el laboratorio C.I.M.A., en los que se prueba que los valores de metales pesados e hidrocarburos son nocivos para nuestra salud, por ser mucho más elevados que los indicados en los protocolos ambientales”, argumentaron.
“En estos terrenos altamente contaminados, el Municipio ha propuesto construir predios deportivos, donde los niños realicen actividades diversas, y también se intentó llevar adelante la creación de un complejo denominado “Ecoturístico” que no es más que un ambicioso proyecto inmobiliario, Este proceso de relleno de tierras, es avalado por el Organismos Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), que debería garantizar la conservación del ambiente y de nuestra salud”, dijeron desde Salvemos el Monte. 
Asimismo aseguraron “el desmonte y contaminación masiva han avanzado arrasando con tierras cultivadas existentes desde la fundación de la ciudad por productores familiares, destruyendo así la historia y la cultura ribereña que forjaron los primeros habitantes de la región y vulnerado el derecho histórico que tienen las personas que en ellas habitan”. 
En ese  contexto sostuvieron “además fueron violadas diversas normativas, como es la ley 12.756 que declara PAISAJE PROTEGIDO al Monte Ribereño y las Islas, la 11.723 Ley Integral del Medio Ambiente (provincial), la 25.675 Ley General del Ambiente (nacional), la Ley 25.831 Régimen de libre acceso a la información pública ambiental, los artículos 41 de la Constitución Nacional y 28 de la Constitución Provincial, y la Ordenanza municipal 2512/02 del uso del suelo que intenta modificarse con un propósito desconocido”.
Con preocupación explicaron “hasta hoy ya se han destruido más de 100 hectáreas en la Isla Paulino y actualmente se están devastando otras 35 sobre el continente en la zona de las Cuatro Bocas hasta la calle 12 para la ampliación de la Terminal de Contenedores Tecplata. Sumado a esto, el gobierno provincial avanza con el proyecto de ampliación de la autopista y la ruta 6 para la salida de los contenedores del Puerto hacia otros destinos afectando a los vecinos de la zona de 122 y 90 y a los dos humedales más importantes de la región que son el monte ribereño y el bañado Maldonado. Este último actuó como reservorio natural de las aguas durante la terrible inundación del 2 de abril protegiendo a gran parte de la ciudad de males mayores”. 
Para finalizar refirieron “ante esta situación y frente al cambio de gestión municipal y de composición del Concejo Deliberante nos encontramos con la incertidumbre de la continuidad o no de dichas obras. Por estos motivos nos vemos en la obligación de sostener nuestra asamblea abierta a la comunidad. Invitamos a los vecinos a participar e informarse de lo que está aconteciendo, todos los viernes en el Parque Cívico en Avenida Montevideo y 11 a las 18:30”.

Publicado en El Día 09/11/15

ADVIERTEN SOBRE CAMBIOS QUE AFECTAN A LA NATURALEZA

Científicos en alerta por el futuro de los humedales ribereños

Buscan preservar la costa bonaerense y piden urgentes medidas
La costa ribereña bonaerense, y la de nuestra región en particular, está fuertemente alterada por la construcción de barrios, murallones y terraplenes. Eso conlleva cambios “contra la naturaleza”, como graves perturbaciones sobre los flujos de agua subterráneos y superficiales, muerte lenta de la vegetación que ayuda a mantener el equilibrio del ecosistema y pérdida de fauna, fundamentalmente de peces y aves de características únicas.
Hay una realidad que bien podría decirse que ya no tiene vuelta atrás, aunque sí que se puede mejorar, y sustancialmente. Se trata de zonas que comenzaron a ser alteradas por el asentamiento de poblaciones ya en el siglo XIX, y que fueron creciendo hasta hoy. Ocurre en Ensenada, Berisso, Punta Indio.
Pero lo cierto es que hoy en día, pese a los crecientes y concluyentes estudios científicos que hablan de la necesidad de poner límites urgentes al deterioro de esas vastas zonas de transición entre el río y la superficie terrestre, se continúa deforestando o, más aún, llevando a cabo emprendimientos inmobiliarios con viviendas “de cara al río” -la moda que rige- como el de Hudson, que acapara “una extensa franja de planicie costera del Río de la Plata”.
Resulta indispensable la implementación de leyes y pautas de ordenamiento territorial que protejan a estos ambientes, apuntan los científicos
Estas consideraciones y fuertes advertencias hoy provienen desde un edificio ubicado en el barrio El Mondongo de nuestra ciudad. Allí se levanta el nuevo inmueble del Centro de Investigaciones Geológicas (CIG), que está llevando a cabo estudios en varios sectores de la costa de la Provincia y, a partir de sus resultados, alzando la voz para que se sancione en forma urgente la Ley de Humedales que ya tiene media sanción en el Senado de la Nación y espera por el tratamiento en Diputados.
Eleonora Carol, investigadora del CIG (Conicet-UNLP), está al frente de un proyecto de investigación tendiente a estudiar el funcionamiento de los humedales “con una mirada más interdisciplinaria, pues hasta ahora prevaleció la biológica”, dice, así como a evaluar su estado actual para definir las acciones indispensables para recuperarlos o preservarlos.
Los humedales son ambientes que se ubican generalmente en áreas deprimidas, donde se acumula agua superficial y/o la capa freática (agua subterránea) se encuentra próxima a la superficie. Allí dominan suelos con rasgos hidromórficos (exceso de humedad permanente) y el desarrollo de vegetación hidrofítica (aquella que soporta condiciones de inmersión prolongadas o de abundancia de agua), explica Eleonora y apunta que “existe una relación directa entre el agua superficial y subterránea” y que “del funcionamiento de esa relación depende la vegetación y fauna del humedal”.
La científica indica que “los flujos de agua subterráneos y superficiales, junto con las variables climáticas (régimen de lluvias, evaporación, entre otras), son los principales factores que regulan los procesos geoquímicos y ecológicos que determinan las características ambientales de los humedales”.
URBANIZACIONES
El desarrollo de urbanizaciones en áreas de humedales -prosigue-, donde sus características prístinas hacen que sean zonas que naturalmente sufren inundaciones, requiere efectuar terraplenes de contención, dragado y el relleno del humedal para la elevación de la cota del terreno.
Ejemplos muy cercanos. “En Ensenada el crecimiento poblacional y turístico produce en sectores deforestación de la selva, relleno, e incluso se quitan los juncos para mejorar los balnearios. En Berisso se hizo el terraplén. Es comprensible que frente a poblaciones históricas que sufrían inundaciones se tomen estas medidas en beneficio de su calidad de vida. El problema para el humedal es que ese terraplén modifica los flujos naturales de agua que lo sustentan ya que no cuenta con los drenajes necesarios, que además requerirían compuertas y otras obras de costos altísimos. Pero el costo que se pagará con el tiempo es el de perder la naturaleza ribereña”, afirma Carol, acompañada por el titular del CIG, el doctor Carlos Rapela.
“Por esta razón es que resulta indispensable la realización de estudios de detalles del funcionamiento hidrológico de los humedales, tanto del agua superficial como subterránea. El grupo de geohidrología del CIG viene efectuando trabajos de investigación en humedales intermareales del litoral de los partidos de Ensenada, Berisso, Magdalena, Punta Indio, Castelli y General Lavalle, así como en zonas de humedales ribereños de la cuenca del río Samborombón. Estos estudios, si bien hacen hincapié en investigaciones hidrodinámicas (movimiento del agua) e hidrogeoquímicas (procesos que condicionan la calidad química) del agua superficial y subterránea, tienden a reconocer el funcionamiento hidrológico integral de los humedales y generar pautas de manejo y conservación”, enfatizan los científicos.
Y alertan: “Los humedales costeros son sitios susceptibles al desarrollo socioeconómico, encontrándose muchas áreas del litoral de la Provincia fuertemente afectadas por la actividad antrópica. Por ejemplo, gran parte del territorio de los partidos de Ensenada y Berisso constituyen zonas de humedales. La urbanización de estas áreas trae aparejado la construcción de terraplenes, canalizaciones y rellenos que modifican su funcionamiento hidrológico y en consecuencia alteran su ecología.
Frente a este panorama, apuntan, es que resulta indispensable la implementación de leyes y pautas de ordenamiento territorial que protejan a estos ambientes.

Asamblea abierta en defensa del Monte Ribereño

Será el próximo viernes 6 de Noviembre a las 18.30  Monumento a los caídos de Av. Montevideo y 11 Parque Civico.

Desde el año 2010, el Monte Ribereño de Berisso está siendo destruido por los gobiernos nacional, provincial y municipal, y por empresas privadas, como TecPlata, Pentamar y Ecodima, entre otras, teniendo como único fin el lucro.

Esta zona es uno de los pocos y más importantes humedales de América Latina, no solo alberga diversas variedades de especies animales y vegetales, sino que también cumple funciones vitales en el ecosistema del que somos parte. En estado natural, los humedales controlan las inundaciones, reponen las aguas subterráneas, estabilizan las corrientes de la costa, retienen y transportan sedimentos y nutrientes, mitigan cambios climáticos, y depuran las aguas; todas funciones esenciales para la vida de aquellos que habitamos este planeta.


El primero de los proyectos que comenzó a destruir la región fue la construcción del Terraplén Costero, llevado adelante de manera ilícita, privilegiando la especulación inmobiliaria y no la preservación del medio y las necesidades de vecinos de la zona. Gracias a la lucha vecinal este terraplén se llevó a su traza original para evitar la pérdida de cientos de hectáreas más de Monte Ribereño, pero aun así generó un gran impacto ambiental profundizando las inundaciones, ya que obstruye la función natural de desagote de lluvias.



Poco tiempo después, sin previo aviso ni audiencia pública, comenzaron los desmontes y el relleno de tierras con barros contaminados con metales pesados e hidrocarburos producto del dragado del canal de acceso al puerto, para llevar adelante el Mega Proyecto Portuario de la Terminal de Contenedores.
Bajo promesas de nuevos puestos de trabajo, el Municipio encubre la rápida destrucción de la totalidad del humedal, así como también los diversos negocios que genera la construcción del Mega Puerto.

A partir de estos hechos, los vecinos autoconvocados recibieron estudios realizados por la Fundación Agronegocios y Alimentos de la U.B.A. y por el laboratorio C.I.M.A., donde se prueba que los valores de metales pesados e hidrocarburos son nocivos para nuestra salud, por ser mucho más elevados que los indicados en los protocolos ambientales.

En estos terrenos altamente contaminados, se ha propuesto construir predios deportivos, donde los niños realicen actividades diversas, y también se intenta llevar adelante la creación de un complejo denominado “Ecoturístico” que no es más que un ambicioso proyecto inmobiliario. Este proceso de relleno de tierras, es avalado por el Organismos Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), que lejos de garantizar la conservación del ambiente y consecuentemente nuestra salud; se encuentra al servicio de las ganancias y los intereses de grandes empresas que atentan contra las reales necesidades sociales y contra la vida de más de mil especies animales y vegetales que alberga nuestro Monte Ribereño.

Hasta hoy ya se han destruido más de 100 hectáreas con planificación hacia otras 35. El desmonte y contaminación masiva han avanzado arrasando con tierras cultivadas desde la fundación de las ciudades por productores familiares, destruyendo así la historia y la cultura ribereña que forjaron los primeros habitantes de la región y vulnerado el derecho histórico que tienen las personas que en ellas habitan.

Además fueron violadas diversas normativas, como es la ley 12.756 que declara PAISAJE PROTEGIDO al Monte Ribereño y las Islas, la 11.723 Ley Integral del Medio Ambiente (provincial), la 25.675 Ley General del Ambiente (nacional), la Ley 25.831 Régimen de libre acceso a la información pública ambiental, los artículos 41 de la Constitución Nacional y 28 de la Constitución Provincial, y la Ordenanza municipal 2512/02 del uso del suelo que intenta modificarse con un propósito desconocido.

Frente a al cambio político, histórico y social que atraviesa nuestra ciudad y después de cinco años de resistencia frente al falso progreso negandonos a seguir viviendo de espaldas al monte y luchando por reactivar la cultura ribereña, los vecinos y productores vemos la necesidad de reorganizarnos nuevamente en asamblea abierta. Sea cual sea el rumbo que el nuevo gobierno municipal adopte, la lucha debe persistir aun más fuerte que nunca.

Por estos motivos nos convocamos de manera autónoma para defender nuestro medio ambiente, nuestra salud y la de todo ser vivo.