Asamblea abierta en defensa del Monte Ribereño

Será el próximo viernes 6 de Noviembre a las 18.30  Monumento a los caídos de Av. Montevideo y 11 Parque Civico.

Desde el año 2010, el Monte Ribereño de Berisso está siendo destruido por los gobiernos nacional, provincial y municipal, y por empresas privadas, como TecPlata, Pentamar y Ecodima, entre otras, teniendo como único fin el lucro.

Esta zona es uno de los pocos y más importantes humedales de América Latina, no solo alberga diversas variedades de especies animales y vegetales, sino que también cumple funciones vitales en el ecosistema del que somos parte. En estado natural, los humedales controlan las inundaciones, reponen las aguas subterráneas, estabilizan las corrientes de la costa, retienen y transportan sedimentos y nutrientes, mitigan cambios climáticos, y depuran las aguas; todas funciones esenciales para la vida de aquellos que habitamos este planeta.


El primero de los proyectos que comenzó a destruir la región fue la construcción del Terraplén Costero, llevado adelante de manera ilícita, privilegiando la especulación inmobiliaria y no la preservación del medio y las necesidades de vecinos de la zona. Gracias a la lucha vecinal este terraplén se llevó a su traza original para evitar la pérdida de cientos de hectáreas más de Monte Ribereño, pero aun así generó un gran impacto ambiental profundizando las inundaciones, ya que obstruye la función natural de desagote de lluvias.



Poco tiempo después, sin previo aviso ni audiencia pública, comenzaron los desmontes y el relleno de tierras con barros contaminados con metales pesados e hidrocarburos producto del dragado del canal de acceso al puerto, para llevar adelante el Mega Proyecto Portuario de la Terminal de Contenedores.
Bajo promesas de nuevos puestos de trabajo, el Municipio encubre la rápida destrucción de la totalidad del humedal, así como también los diversos negocios que genera la construcción del Mega Puerto.

A partir de estos hechos, los vecinos autoconvocados recibieron estudios realizados por la Fundación Agronegocios y Alimentos de la U.B.A. y por el laboratorio C.I.M.A., donde se prueba que los valores de metales pesados e hidrocarburos son nocivos para nuestra salud, por ser mucho más elevados que los indicados en los protocolos ambientales.

En estos terrenos altamente contaminados, se ha propuesto construir predios deportivos, donde los niños realicen actividades diversas, y también se intenta llevar adelante la creación de un complejo denominado “Ecoturístico” que no es más que un ambicioso proyecto inmobiliario. Este proceso de relleno de tierras, es avalado por el Organismos Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), que lejos de garantizar la conservación del ambiente y consecuentemente nuestra salud; se encuentra al servicio de las ganancias y los intereses de grandes empresas que atentan contra las reales necesidades sociales y contra la vida de más de mil especies animales y vegetales que alberga nuestro Monte Ribereño.

Hasta hoy ya se han destruido más de 100 hectáreas con planificación hacia otras 35. El desmonte y contaminación masiva han avanzado arrasando con tierras cultivadas desde la fundación de las ciudades por productores familiares, destruyendo así la historia y la cultura ribereña que forjaron los primeros habitantes de la región y vulnerado el derecho histórico que tienen las personas que en ellas habitan.

Además fueron violadas diversas normativas, como es la ley 12.756 que declara PAISAJE PROTEGIDO al Monte Ribereño y las Islas, la 11.723 Ley Integral del Medio Ambiente (provincial), la 25.675 Ley General del Ambiente (nacional), la Ley 25.831 Régimen de libre acceso a la información pública ambiental, los artículos 41 de la Constitución Nacional y 28 de la Constitución Provincial, y la Ordenanza municipal 2512/02 del uso del suelo que intenta modificarse con un propósito desconocido.

Frente a al cambio político, histórico y social que atraviesa nuestra ciudad y después de cinco años de resistencia frente al falso progreso negandonos a seguir viviendo de espaldas al monte y luchando por reactivar la cultura ribereña, los vecinos y productores vemos la necesidad de reorganizarnos nuevamente en asamblea abierta. Sea cual sea el rumbo que el nuevo gobierno municipal adopte, la lucha debe persistir aun más fuerte que nunca.

Por estos motivos nos convocamos de manera autónoma para defender nuestro medio ambiente, nuestra salud y la de todo ser vivo.

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