Publicado en El Mundo de Berisso 27/05/16

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NATURALEZA - JULIO MILAT

Isla Paulino, te lo debía


Isla Paulino

Ubicada a 20 minutos de lancha, sobre el canal de acceso al Puerto La Plata, la Isla Paulino es presentada habitualmente como uno de los destinos turísticos de nuestro partido.
Desde mi lugar de trabajo, el Museo Ornitológico Municipal, he realizado paseos por el delta que la rodea y visitas con grupos escolares y todo público, compartiendo caminatas de interpretación histórica y natural de sus ambientes y playa.
Esta actividad, que cumplirá sus 30 años el próximo noviembre, comenzó cuando el embarcadero se hallaba al fondo de la calle Nueva York, pegado al viejo edificio de la Usina. Guié en este tiempo alumnos de nivel primario y secundario, con una frecuencia de 8 viajes semanales en turnos mañana y tarde. Tengo el orgullo de haber dado a conocer la isla y el delta de Río Santiago a cientos y cientos de personas.
La compleja maquinaria de desarrollo turístico que fue necesaria para lograrlo se valió solo del teléfono de la oficina de la Dirección de Cultura y mi persona.
Esperé las promesas, esperé los afiches, esperé los folletos, las mejoras de infraestructura en los servicios al visitante. Esperé, pero mientras tanto seguí expandiendo las tareas del Museo, convencido de que cuanta más gente conociera el lugar, más pronto llegarían las respuestas.
Fui muy paciente, esperé 30 años.
Así, conocieron la isla visitantes de diferentes partidos, de la ciudad de Buenos Aires, turistas extranjeros, fotógrafos profesionales, cátedras de distintas Facultades de la UNLP y la UBA, observadores de aves y científicos.
La Isla Paulino recibió a todos mostrando siempre lo mejor de sí: el esfuerzo de sus isleños, historias de baile y pic-nic de los inmigrantes, sus producciones locales, y lo más importante, su extensa playa.
La isla fue lugar de trabajo para numerosos proyectos de facultades, ONG’s, asociaciones, que hicieron hincapié en el rescate del aspecto histórico. Así comenzó a organizarse la Fiesta del Isleño, todos efectos positivos para el lugar.
Pero hubo un olvido: la playa y los caminos que conducen a ella. Son miles las personas que llegan durante el verano a la playa con el fin de recrearse; en mi opinión, se trata de la mejor playa que tiene la costa de Berisso.
Puedo afirmar que la playa se ha convertido en ‘tierra de nadie’. Los lugares públicos de acampe no tienen control alguno, los visitantes se trepan al árbol que les da sombra para cortar sus ramas y hacer fuego en la base del mismo, los tachos de basura rebalsan desfondados, las pocas estructuras de cemento están partidas por ser usadas para hacer fuego encima.
Isla Paulino
Mucha gente caza con gomeras y armas de aire comprimido, los residuos cubren todo el suelo y la mancha humana se extiende por todo el lugar, dejando todo tipo de recuerdos a su paso.
Y la seguridad, un enigma. A la policía ‘no le corresponde’, a Prefectura ‘no le corresponde’. Consulté a las autoridades uruguayas, pero parece que tampoco les corresponde…
Es muy difícil llegar con turistas a la playa y asimilar este escenario. “La basura la trae el río”; “la gente es sucia”; “no se puede”; “es complicado”; “ponés carteles y te los roban”; “la gente no entiende”; “la culpa la tiene el municipio”… Son algunas de las excusas entre las infinitas que escuché a lo largo de casi tres décadas.
Como expresé en mi anterior columna en el Semanario, refiriéndome al Terraplén Costero, los lugares públicos que se abandonan son ganados por el vandalismo y la delincuencia.
Hace unos meses, el Consorcio del Puerto La Plata comenzó a construir la defensa costera. Si bien suena a tarde para los metros y metros de tierra perdidos de muchos quinteros e isleños, es una obra todavía necesaria para evitar mayores derrumbes por el alto tránsito de embarcaciones en el canal de acceso.
Y decidieron hacer un nuevo camino a la playa, más elevado y que no se inunde ante las crecidas del río. Hasta aquí todo muy loable. Alguien tomó la decisión de hacerlo paralelo al camino anterior, sobre la escollera original del Puerto. Fue así que se metió máquina y se arrasó con cientos y cientos de metros de ambiente natural. El fin no justifica los medios.
Isla Paulino
La isla tiene una figura legal poco conocida y poco implementada que es la Ley de Paisaje Protegido. Preguntas: ¿A quién le consultaron para realizar este trabajo? ¿Quién aprobó que se haga de esta manera? ¿El municipio de Berisso sabe de esta obra y la forma en que se realizó? ¿No se podrían haber siquiera marcado previamente los árboles de interés y preservarlos?
La Isla Paulino representa uno de los enclaves de mayor biodiversidad de nuestra región y parece a la deriva. Todos los años encuentro especies nuevas de plantas, aves e insectos. La naturaleza la sigue bendiciendo. Son muchas las aves migratorias que eligen esta playa como lugar de parada y alimentación, pero ya no lo harán si son amenazadas con palos y perros o se convierten en blanco de visitantes ‘aburridos’.
La isla se autorregula, incorpora nutrientes que le aporta el río, ejemplo de esto es el asombroso proceso durante la última inundación que trajo toneladas de camalotes a esta playa.
Con los juncales y sauces criollos solucionó el problema de erosión fluvial a su frente de costa.
¿Cuántos berissenses conocen la ubicación del embarcadero desde donde parten las lanchas hacia Isla Paulino? La oficina amarilla de turismo al lado del puente 3 de Abril permanece cerrada los fines de semana…
El área de Turismo depende de la Subsecretaría de Producción Municipal, a cuyos empleados debo agradecer la buena disposición hacia mi persona a lo largo de estos años.
Hace tres semanas, por este medio, dicha subsecretaría publicó una nota acerca de un grupo privado que se hará cargo del desarrollo turístico de nuestro delta, agregando que los actores principales relacionados con esta actividad ya habían sido consultados. Debo reconocer que algunos otros y yo integramos el elenco de reparto… ¿O tal vez el de extras?
Pareciera que necesitamos gente de afuera para concretar un servicio prolijo, eficaz y, sobre todo, capaz de ofrecer el conocimiento especializado del lugar. ¿Falta de comunicación?
Esta sí es una frase mía: “El abandono de la playa de la Isla Paulino le pertenece a todos los gobiernos municipales”.
Lo expresado en esta nota lo viví personalmente, nadie me lo contó. Fueron miles las horas de trabajo en todos estos años, todo documentado, tanto los sucesos biológicos como la destrucción del ambiente. Todos vivimos esta isla desde diferentes sentimientos; yo desde lo natural: más de una vez caí de rodillas en su playa ante la emoción por descubrir una especie más.
Te la debía, querida Paulino, de otro modo sería un hipócrita más hablando de ponerte, a vos también, en el lugar que te corresponde. El exceso de fastidio resultó en columna, aunque sin intencionalidad alguna, algo que no hace falta aclarar a quien me conoce.
En todo caso, al que le quepa el sayo que se lo ponga. Y no dudo de contarme entre los escasos que sí resiste todos los archivos.

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