Publicado en El Día 30/06/13

PLANTEAN LA NECESIDAD DE QUE SE CONOZCA PARA QUE SEA PRESERVADO

La riqueza natural del delta Río Santiago moviliza un operativo de revalorización  

Frente al avance de las obras del Puerto, naturalistas de Berisso y Ensenada impulsan un proyecto para que se tome consciencia de lo que podríamos perder 


EL PAJONAL CEIBAL, UNO DE LOS AMBIENTES CARACTERÍSTICOS DEL DELTA LOCAL, ALBERGA EN SUS SUELOS INUNDABLES AL LIRIO, UNA PLANTA EXÓTICA QUE HA VENIDO DESARROLLÁNDOSE CON LOS AÑOS EN TODA LA REGIÓN.
EL PAJONAL CEIBAL, UNO DE LOS AMBIENTES CARACTERÍSTICOS DEL DELTA LOCAL, ALBERGA EN SUS SUELOS INUNDABLES AL LIRIO, UNA PLANTA EXÓTICA QUE HA VENIDO DESARROLLÁNDOSE CON LOS AÑOS EN TODA LA REGIÓN.

Veinte años de recorrer el delta de Río Santiago organizando actividades de observación de aves y plantas le enseñaron a Julio Milat lo suficiente para reconocer que se trata sin lugar a dudas de un santuario natural. De ahí que preocupado frente al desarrollo del Puerto La Plata y el desafío que las obras plantean para su conservación, este naturalista de Berisso se dio cuenta de que acaso la mejor forma de protegerlo fuera lograr que otras personas lo conocieran y amaran tanto como él.
Producto de ese sentimiento es “Un río, dos islas”, un proyecto de revalorización del delta local presentado en Berisso días atrás. La iniciativa, de la participan también naturalistas de Ensenada, implica un minucioso relevamiento de la flora y fauna de la zona con el propósito de difundir su enorme riqueza entre la comunidad.
“Aunque venimos haciendo relevamientos en las islas Paulino y Santiago desde hace años, queremos reunir esa información con algunos trabajos académicos sueltos para volcar todos los datos en una publicación destinada al público en general. La idea es que, sin resignar rigor científico, pueda ser consultada por cualquier persona, desde un guía de pesca hasta el dueño de un recreo”, explica Julio Milat, que cuenta con el apoyo del Municipio de Berisso.
Como parte de esa la tarea de divulgación, el proyecto busca llegar también a las aulas para involucrar a los chicos. En principio “tenemos previstos dar charlas en la escuelita de Isla Santiago y la Escuela Naval -dicen sus impulsores, quienes planean abarcar luego otros establecimientos de la Región-. Todo el mundo tiene que tomar conciencia de la enorme riqueza que tenemos ahí, y de que si no la cuidamos como corresponde se puede perder”.

UN REFUGIO DE VIDA SILVESTRE

Compuesto por dos islas mayores (la Paulino y la Santiago) a las que atraviesan innumerables canales internos, el delta del Río Santiago es un refugio de vida silvestre de alta productividad y un apostadero de fauna migratoria al que regularmente se incorporan especies nuevas. Sitio de cría para fauna ictícola del Río de la Plata, en él viven decenas de variedades de peces, así como unas 170 especies de aves y una amplia diversidad de comunidades vegetales.
Además de ser un purificador natural de agua que retiene los excesos de nutrientes y contaminantes, el delta de Río Santiago incide sobre la temperatura y las lluvias de la Región y actúa también como una escollera natural, atenuando los efectos erosivos del viento, las olas y las corrientes del Río de la Plata sobre la costa local.
Con toda estas virtudes y beneficios, el delta del Río Santiago es también el ámbito de expansión natural del Puerto La Plata, un proyecto de enorme importancia económica para toda la Región, que al comenzar a desarrollarse el año pasado despertó la alarma de organizaciones ambientalistas por su fuerte impacto ambiental.
No menos preocupado que muchos ambientalistas que se oponen a la forma en que se ha venido realizando la obra, Julio Milat sostiene que “el desarrollo del Puerto y el cuidado de nuestro delta no son necesariamente una contradicción; pueden coexistir si se respeta la riqueza de un ambiente natural en constante formación”.
Con este enfoque, el proyecto “Dos islas y un río” también tiene por destinatarios a los responsables de las obras de desarrollo del Puerto, algunos de los cuales fueron invitados a su presentación. “Aspiramos a que nuestro trabajo sirva además como herramienta para el manejo ambiental del delta”, confiesa Milat.

PLAYA, PAJONAL Y MONTE

Sobre la costa del Río de la Plata, en las islas Paulino y Santiago coexisten cinco ambientes naturales distintos, cada uno con su propia vida. El primero de ellos, junto a la playa, es el de los juncales, que actúa como un rompeolas natural frenando el avance del río, reteniendo sus sedimentos y atenuando la erosión fluvial de la costa. Esto permite la aparición del césped ribereño, formado por pequeñas plantas, algunas de ellas con hermosas flores, como la azucena de campo.
A los juncales les sigue un ambiente conocido como matorral ribereño, en el que se refugia gran cantidad de insectos y mariposas, que atraen a su vez a aves insectívoras. Está conformado por diversas especies de arbustos, como la chilca y la mariposera, y pequeños árboles, como el algodonillo, la acacia mansa y los sarandí blanco, negro y colorado. Manchones de aliso de río y renovales de sauce criollo completan el elenco.
Luego viene el pajonal ceibal, el ambiente más distintivo de las islas. Se encuentra compuesto principalmente por cortaderas, espadañas y totoras, donde suelen hallarse gallinetas, burritos, pajonaleras de pico curvo, curutíes y espineros, entre otras aves. En sus sectores más elevados crecen ceibos, cuyas ramas sirven de percha a pájaros insectívoros como el suirirí real y el amarillo, pero también al gavilán mixto.
En el interior de las islas predomina un cuarto tipo de ambiente conocido como monte higrófilo. Sauces criollos y ceibos, pero también algunas especies exóticas como la acacia negra y la perfumada madreselva, conforman este bosque rico en plantas epifitas (clavel del aire) y enredaderas (dama de noche). En él suelen encontrarse picaflores verdes y bronceados, chincheros, zorzales y pájaros carpinteros, así como el melodioso juan chiviro.
Los cursos y canales internos que atraviesan las islas conforman un ambiente aparte. En sus aguas, cubiertas de camalotes y repollitos, pescan el martín pescador, el macá grande y la esbelta gaza mora. También suelen encontrarse pollas, gallaretas y biguás. Varias especies de ranas, culebras, tortugas acuáticas, lagartos overos, comadrejas, coipos, carpinchos y gatos monteses completan su riqueza natural.

Las obras
Impulsada por el gobierno de la Provincia, la obra de ampliación del Puerto La Plata consiste en la construcción de una importante terminal de contenedores en la zona de Las Tres Bocas y el dragado del canal de acceso para que puedan ingresar Post Panamax, uno de los buques de mayor calado que existen hoy en el mundo. De esta forma se busca darle mayor competitividad.

Un rio, dos islas, cinco ambientes  

1-Matorral ribereño

Refugio de gran variedad de insectos y mariposas, que atraen a su vez a aves insectívoras, el matorral ribereño está conformado por arbustos como la chilca y la mariposera, y pequeños árboles, como el algodonillo, la acacia mansa y el sarandí.

2-Canales y cursos de agua

En sus aguas, cubiertas de camalotes, pescan el martín pescador, el macá y la esbelta gaza mora. Pero también suelen encontrarse pollas, gallaretas y biguás, además de varias especies de ranas, culebras, tortugas, lagartos overos, comadrejas, coipos, carpinchos y gatos monteses.

3-Bosques higrófilos

Sauces criollos y ceibos, pero también algunas especies exóticas como la acacia negra y la perfumada madreselva, conforman el bosque higrófilo, un ambiente rico en plantas epífitas y enredaderas. En él suelen encontrarse picaflores, chincheros. zorzales y pájaros carpinteros.

4-Pajonal ceibal

Está compuesto principalmente por cortaderas, espadañas y totoras, donde suelen encontrarse gallinetas, burritos, pajonaleras, curutíes y espineros entre otras aves. En sus sectores más elevados crecen ceibos, cuyas ramas sirven de percha a pájaros insectívoros como el suirirí.

5-Juncales y césped ribereño

Junto a la playa, donde se asientan bandadas de gaviotas cocineras y capucho café, los juncales actúan como un rompeolas natural que frena el avance del río, reteniendo sus sedimentos y atenuando la erosión fluvial de la costa. Esto permite la aparición del césped ribereño, formado por pequeñas plantas, algunas de ellas con hermosas flores, como la azucena de campo.

La naturaleza y el desarrollo del Puerto pueden coexistir

JULIO MILAT <B /> <I>NATURALISTA E IMPULSOR DEL PROYECTO “UN RÍO, DOS ISLAS”</I>
JULIO MILAT NATURALISTA E IMPULSOR DEL PROYECTO “UN RÍO, DOS ISLAS”

Julio Milat
Naturalista e impulsor del proyecto “Un río, dos islas”
“El desarrollo del Puerto La Plata y el cuidado de nuestro delta no son necesariamente una contradicción; pueden coexistir si se respeta la riqueza de un ambiente natural en constante formación, donde todos los años aparecen aves y plantas nuevas que bajan desde el Paraná”.

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