Publicado en novalaplata.com 22/10/13

Peligro en el monte ribereño
Un dilema que divide aguas: el crecimiento del Puerto La Plata o la preservación del medio ambiente

  
Las obras en el Puerto La Plata no cesan: por un lado va a aflorar la actividad de la zona, pero, por otro, los trabajos atentan contra el medio ambiente ribereño. (Foto: NOVA).
Los trabajos en el Puerto La Plata no cesan: desde muy temprano hasta que cae el sol, operarios realizan tareas con máquinas por tierra y agua. Esta situación representa un arma de doble filo para la región: por un lado va a aflorar la actividad de la zona, pero, por otro,  atenta contra el medio ambiente ribereño, incumpliendo con la ley provincial 12.756 de Paisaje Protegido.

Actualmente, una de las principales actividades que se realizan consiste en dragar los canales con el fin de acrecentar la profundidad de los mismos. Esta tarea tiene un alto riesgo de impacto ambiental, ya que  influye en el regular desarrollo de los ecosistemas costeros, según indicó el biólogo Horacio Beláustegui, presidente de la Fundación Biósfera, en diálogo con NOVA.

“El desmonte que lleva adelante el Consorcio del Puerto La Plata de 45 hectáreas de humedales con cientos de especies vegetales y animales con la finalidad de acondicionamiento del suelo para usos aun no develados, ha producido una transformación irreversible y un enorme impacto sobre el ecosistema del lugar”, expresaron desde Alianza de Sistema de Humedales.

Selma Catino, vecina de la Isla Santiago, denunció que cortaron las puntas del lugar donde vive y de la Isla Paulino, con el fin de que las embarcaciones puedan girar y maniobrar. Los nuevos cambios violan la ley provincial nombrada anteriormente, irrumpiendo sobre el normal desarrollo del medio ambiente. NOVA navegó por los canales aledaños y observó esa situación, como también la contaminación del agua en la zona portuaria (foto).

Desde  el gobierno de la Provincia reconocieron que la obra demandó una inversión de alrededor de 360 millones de dólares. Hugo Bilbao, el titular del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), definió a la obra del puerto como “estratégica”. El traspaso de las actividades del Puerto de Buenos Aires al Puerto La Plata es una realidad.

El Subsecretario de Puertos y Vías Navegables de la Nación Horacio Tettamanti, visitó el Puerto La Plata, quien luego de una recorrida por las obras que se llevan adelante en la estación portuaria, como  la terminal de contenedores de Tecplata,  manifestó: “Me voy sorprendido al haber encontrado un avance importantísimo en la obra, destacando la solidez del proyecto portuario y de la  excelente gestión llevada a cabo”.

 “En 2015, estaremos en condiciones de operar con 2 millones de contenedores. Si todo va bien seremos el puerto de mayor capacidad del Río de la Plata”, dijo en declaraciones a la prensa Daniel Rodríguez Paz, ex presidente del consorcio. En este contexto de crecimiento de la región, deberán aparecer soluciones inmediatas para controlar el avance de las obras sobre el medio ambiente y el tratamiento de los cementerios de barcos, que denunció NOVA semanas atrás.

Pero las voces de los vecinos son de otro color. Actualmente, existe una sola salida a río abierto en la franja costera sur del estuario de Río de la Plata; allí se encuentra Monte Santiago, puesto de control de Prefectura donde se deben enrolar las embarcaciones que ingresan y egresan. Ese canal es utilizado por grandes barcos, pero también por pequeñas lanchas y motos de agua.

“El tráfico de naves inmensas va a aumentar considerablemente, por lo que deberán construir un nueva salida para las embarcaciones deportivas, siguiendo así con el desmonte y cambios en la selva marginal autóctona. También van a tener que hacer algo cuanto antes con los desechos que flotan en la Escuela Naval”, precisó Catino.

Luis Pelyrio, pescador aficionado, dijo: “Ya alambraron lugares públicos donde la gente iba a pescar, por ejemplo en la zona aledaña a los barcos abandonados, cercana a la Escuela Naval”.

La ambición de empresarios y autoridades no les permite visualizar la vida tranquila que llevan los isleños. Las máquinas ya destruyeron varias hectáreas de selva marginal, incumpliendo con el objeto de la ley: conservar y preservar la integridad del paisaje natural, geomorfológico, histórico y urbanístico de dicha zona.

El artículo seis de la norma sostiene que ante la realización de una obra pública o privada que pudiera comprometer o alterar las condiciones expuestas, la autorización definitiva será otorgada por las autoridades municipales de Berisso y Ensenada, que deberán contar con una previa evaluación de impacto ambiental.NOVA intentó conseguir esa evaluación, pero no está por ningún lado.

Nonpalidece, un grupo musical de reggae no desoyó esta problemática con respecto al medio ambiente: “Intereses ciegos tus aguas tiñeron y quien ahí viva se está muriendo, ambición desmedida roza la isla, con tantas luces, con tanto fuego, tanta ignorancia, tanto progreso, el monte muere y eso si es serio: en el río no queremos más polución”.

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