Publicado en El Día 18/07/12

CAMBIOS EN LA ZONA PORTUARIA

Ambientalistas renuevan reclamo por las obras en el monte ribereño  

Alertan por los humedales y llevan el planteo a Nación

La pelea de vecinos y organizaciones de defensa del medio ambiente por preservar el monte ribereño sigue sumando capítulos; en las últimas horas, la consolidación de un foro regional de ONGs y la presentación de un documento ante el Defensor del Pueblo de la Nación dieron forma a un nuevo intento por frenar la paulatina reducción y degradación de una de las áreas de mayor riqueza natural en nuestra región.


Las obras cuestionadas, algunas en ejecución, otras anunciadas y otras sonando fuerte en el terreno de los trascendidos, afectarían diferentes sectores de las islas Santiago y Paulino, que actualmente albergan entre centenares de hectáreas de humedales cubiertos por forestación autóctona y exótica pequeños núcleos poblacionales, producciones fruti-hortícolas de escala menor, muelles e instalaciones de la Armada como la Escuela Naval Militar.


En el texto que remitieron al ómbudsman nacional Anselmo Sella, los integrantes de la Asamblea de Vecinos y Productores Autoconvocados “Salvemos el monte de Berisso” hacen alusión a varios proyectos cuyo desarrollo implicaría la pérdida de espacios naturales de incalculable valor; entre ellos, la creación de un “complejo eco-turístico”, el montaje de una estación de acopio y bombeo de combustible para la central térmica Ensenada, la construcción de un puerto deportivo y la ampliación del radio navegable en las “Cuatro Bocas”. En total, se calcula que un centenar de hectáreas de arboleda y pastizales quedaría arrasado o sepultado.


Los asambleístas recuerdan que “nos aseguraron que existen estudios de impacto ambiental realizados por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) y que se tomaron todas las medidas de remediación, pero tenemos dudas; incluso, algunos funcionarios estaban al tanto de que se habían cometido excesos en el desmonte y nos contaron que habían hecho un planteo a la empresa responsable”.


En marzo pasado, las ONGs Nuevo Ambiente y Fundación Biosfera se presentaron ante la Fiscalía de Estado bonaerense para pedirle intervención ante el dragado que avanzaba en el Canal de Acceso al Puerto La Plata, “sin ningún tipo de tratamiento de los barros extraídos”, ya que ese material se estaba depositando sobre la ribera sur de la isla Paulino. Años atrás, estudios científicos de la UNLP advirtieron acerca de la presencia de numerosos agentes contaminantes decantados durante décadas en el lecho de los ríos, arroyos y canales de la Región.

RESPUESTA OFICIAL

El relleno en marcha es una consecuencia de las obras que impulsa el Consorcio de Gestión del Puerto para llevar la profundidad de su principal acceso de 28 a 34 pies. El presidente del organismo, Mariano Goyenechea, precisó que “con lo que se extrae del canal estamos haciendo un refulado sobre partes de la isla Paulino que eran inundables, sin afectar a los pobladores y con la autorización del OPDS”. El funcionario admitió que “muy a futuro” se piensa en radicar allí un complejo turístico, y adelantó que “la forestación se recuperará rápidamente, por las características del suelo y porque se harán plantaciones con ese objetivo”.


Desde la asamblea “Salvemos el monte”, se dijo que este futuro recreo y sus accesos dañarían irreparablemente “uno de los 60 humedales de mayor importancia entre los 45 países de América del Sur, Central e islas del Caribe”, y que los tanques y ductos de combustible “previstos en muelles linderos al ex Liceo Naval Militar” violarían “la Ley Provincial de Paisaje Protegido y la ordenanza de Areas Naturales Protegidas de Ensenada”. En este sentido, Goyenechea señaló que “del supuesto depósito de fuel-oil aún no tenemos ningún indicio”.


El puerto deportivo que se anunció a fines de 2011 en torno a la “canaleta” que une el río Santiago con el Plata, a la altura del club de Regatas, también se halla en “stand-by” de acuerdo con las palabras del presidente del Consorcio de Gestión: “es una idea muy atractiva, pero no es prioridad en este momento”.

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Son las hectáreas de monte ribereño que afectarían directa o indirectamente las obras en marcha en las islas Paulino y Santiago.