Heredero natural de un enorme negocio
Debido al que el Puerto de Buenos Aires se encuentra impedido de seguir creciendo por la misma ciudad, el de La Plata parece llamado a convertirse en el heredero natural de todo su excedente. Pero para que ello ocurra es necesario acondicionarlo, ya que en la actualidad no cuenta con el calado necesario para que ingresen buques de gran porte ni una playa donde alojar los cientos de miles de contenedores que podrían llegar. A eso apuntan precisamente las obras que se están desarrollando hoy en la zona de Río Santiago.
“Una obra de semejante envergadura siempre genera un impacto ambiental, pero nuestros técnicos vienen trabajando para que ese impacto sea el mínimo posible y se realicen además obras de compensación”, asegura Hugo Bilbao, titular del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible.
“Si el refulado está siendo tirado en la Isla Paulino y no donde siempre es porque los volúmenes que se extraen ahora son muy superiores. Por eso es que se alcanzó una altura sobre el monte que posiblemente resienta a algunas especies vegetales. Pero para compensarlo estamos evaluando la posibilidad de crear en la zona una reserva natural de superficie similar a la afectada”, comenta el funcionario.
En cuanto al impacto del vuelco de agua salada sobre el Río Santiago, Bilbao afirma que “los técnicos del Organismo están tomando mediciones quincenales y los valores nos dan dentro de lo permitido. No podemos exigirle a la empresa responsable de la obra que haga el vuelco en otro lado cuando los parámetros que nosotros mismos registramos resultan aceptables”.
“Aun así estamos reuniéndonos de manera regular con las organizaciones ambientalistas para canalizar sus inquietudes y, de hecho, el jueves que viene nos vamos a volver a reunir -agrega el director del OPDS-. Tenemos un gran interés en generarles confianza y sabemos que la confianza se logra manteniendo las reglas de juego. Pero esto vale tanto para los que cuidan el ambiente como para aquellos que quieren invertir”.
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