Publicado en Diario Hoy

Interés General | Por los trabajos de dragado en el puerto Peligro por contaminación en el monte ribereño Para construir la terminal de contenedores en el Puerto La Plata se realizan trabajos de dragado que, según denuncian organizaciones ambientalistas, provocan una dispersión de sustancias peligrosas

La biodiversidad y el paisaje del monte ribereño de la zona de las cuatro bocas y la isla Paulino, en Berisso, están en serio peligro. La presencia de metales pesados que surgen del dragado para la construcción de muelles y puerto de contenedores en el sector externo a la isla Santiago ya está causando la desforestación de esa zona costera, según denuncian organizaciones ambientalistas. Desde las ONG Nuevo Ambiente y Fundación Biosfera han ampliado las denuncias que vienen realizando y que oprtunamente fueron publicadas por este diario en exclusiva. Ayer realizaron una nueva presentación ante el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), para solicitar “la urgente intervención, y que se realicen estudios de los barros extraídos de los trabajos de dragado y disposición del refulado en la zona de las cuatro bocas”. Días atrás, esas organizaciones hicieron una presentación similar ante la Fiscalía de Estado de la Provincia. “Por un lado está el refulado y el dragado del río y, por otro, la remoción de los contaminantes que están en el fondo, entre los que se detectaron metales pesados, que al sacarlos se produce una dispersión primaria agravada porque están en el agua y no en un ambiente seco”, explicó a Hoy el titular de la Fundación Biosfera, Horacio de Beláustegui. Según el ambientalista, los metales que se extraen del río “al sacarlos a la superficie se ponen en lugares donde hay bosque ribereño, y en la zona de cuatro bocas ya hay un área de veinte hectáreas que se está destruyendo”. Según los ambientalistas de Nuevo Ambiente y Fundación Biosfera, la situación se agrava aún más, teniendo en cuenta que “el lecho del canal Río Santiago posee una importante presencia de metales pesados y otras sustancias peligrosas como consecuencia de descargas provenientes del arroyo El Gato, el canal Oeste y Este, de diversas actividades fabriles”, aseguraron. “No estamos en contra del progreso, lo que estamos pidiendo es que se hagan las obras siempre dentro de un marco del desarrollo sustentabe que no se afecte al medio ambiente”, aclaró Beláustegui. Una zona ambientalmente sensible La zona del monte ribereño en Berisso y Ensenada está protegida por la ley Paisaje Protegido de Interés Provincial para el desarrollo eco turístico (ley 12.756) para “conservar y preservar la integridad del paisaje natural, geomorfológico, histórico y urbanístico”, según la norma. Además, esa zona tiene una importante interrelación con la Reserva Natural Punta Lara, en Ensenada, y hasta el Parque Pereyra Iraola. Por otro lado, la ordenanza municipal de Ensenada 1.829/95 declara las áreas naturales protegidas del distrito, entre ellas las costas y los arroyos, como así también la ordenanza municipal 2.553, que declara área natural educativa a la isla Santiago y la zona comprendida entre la línea de la ribera y Camino Almirante Brown desde el arroyo El Zanjón y la Canaleta. En la denuncia de las ONG Nuevo Ambiente y Fundación Biosfera, agregan que las obras para la terminal de contenedores en el puerto La Plata “contradicen la convención sobre los humedales (Ramsar, Irán, 1971) a la que nuestro país está adherido”. Y también que contradicen el artículo 41 de la Constitución Nacional, que se establece que “el daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley”. “Los humedales y el paisaje de nuestro monte ribereño cumplen funciones de importancia para las ciudades, distintos estudios han descripto los beneficios de los humedales”, aseguran los ambientalistas. Advierten por una estación de bombeo de combustible Además de los metales pesados que se extraen del río por las obras en el Puerto La Plata, hay preocupación y alarma entre los habitantes de las islas por el proyecto de una estación de bombeo y almacenamiento de combustible en la zona lindera al ex Liceo Naval Militar en el viejo muelle de la isla Santiago. Esa estación tendrá la finalidad de descargar fuel oíl para alimentar a la usina termoeléctrica que se está construyendo en Ensenada y que eso provocará un fuerte impacto en la isla Santiago y en la isla Paulino, según aseguran los ambientalistas. “Nos preocupa la estación de bombeo y el almacenamiento de combustible porque transforma a la zona en altamente inflamable, lo que pone en peligro a los isleños”, aseguró el ambientalista Horacio de Beláustegui de la Fundación Biosfera. En relación al lugar de construcción de la estación de combustible, la Fundación Biosfera y la ONG Nuevo Ambiente advirtieron que “a escasos 400 metros se encuentra el conjunto de viviendas de los isleños, a 200 metros las instalaciones de la Escuela Naval”.